SANTIAGO.- La investigación por la supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016 sigue su curso y este lunes registró sus primeras "víctimas", luego de que medios norteamericanos afirmaran que el ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, se entregó a la justicia.
Según informó The New York Times, se cursó una orden de arresto contra Manafort y su ex socio comercial Rick Gates, en el marco de la investigación liderada por el fiscal especial Robert Mueller, ex director del FBI, por la supuesta injerencia del Kremlin en los pasados comicios y los presuntos vínculos que tendría con personeros del equipo de campaña de Donald Trump.
Ante esto, quien fuera uno de los hombres más cercanos del Mandatario estadounidense salió la mañana de este lunes desde su casa en Alexandria, estado de Virginia, rumbo a las oficinas del FBI en Washington, con la intención de entregarse ante las autoridades.
Esta información fue confirmada posteriormente por la mencionada institución, asegurando que el ex jefe de campaña se entregó para evitar ser detenido en su casa. Tanto él como Rick Gates fueron imputados por "conspiración contra Estados Unidos".
Se cree que el ex mano derecha de Trump deberá responder por algunos negocios irregulares con movimientos prorrusos de Ucrania. También enfrenta cargos por evasión fiscal y lavado de dinero.
Paul Manafort estaba en la mira del FBI desde hace un tiempo, producto de su presunta cercanía con los prorrusos. Asimismo, se le investiga por supuestos vínculos con el Gobierno de Vladimir Putin.
Fueron estas acusaciones sobre su cercanía con el ex Presidente de Ucrania Viktor Yanukovich las que provocaron la renuncia de Manafort a la jefatura de campaña de Donald Trump en agosto de 2016, meses antes de las elecciones.
Según estas denuncias, una empresa dirigida por Manafort orquestó directamente una operación encubierta de lobby en Washington a nombre del entonces partido gobernante de Ucrania. Sus esfuerzos trataron de influir en la opinión pública de Estados Unidos en favor del gobierno prorruso del país. Manafort y su colaborador, Rick Gates, nunca revelaron su trabajo como agentes extranjeros, como lo requiere la ley federal.
El lobby incluyó intentos de obtener una cobertura de prensa positiva sobre las autoridades de Ucrania por parte de los diarios The New York Times, The Wall Street Journal y la propia AP. Otro de sus objetivos era socavar la simpatía del pueblo estadounidense por Yulia Timoshenko. la rival prisionera del entonces Presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich. En ese momento, los líderes europeos y estadounidenses estaban presionando para que la dirigente fuera liberada.
En esa línea, en julio de este año, agentes del FBI ya habían allanado una casa del ex asesor de Trump en Alexandria. La institución afirmó que, en esa ocasión, Manafort colaboró de buena manera, como ha sido la tónica en la investigación.