SANTIAGO.-
Angela Merkel está preocupada, y así lo ha hecho saber. Lleva ya dos meses intentando formar un Gobierno de coalición desde que su partido, la
Unión Cristianodemócrata (CDU), obtuviera la primera mayoría en las elecciones generales de Alemania del pasado 24 de septiembre, y aún no hay siquiera indicios de un nuevo Ejecutivo, lo que podría terminar incluso en nuevos comicios.
La negativa del Partido Socialdemócrata (SPD) de volver a ser Gobierno obligó al bloque oficialista a buscar nuevos aliados en la colectividad de los liberales (FDP) y los Verdes, en lo que se conoció como coalición "Jamaica", debido a que los colores de cada uno de estos partidos forman los de la bandera del país caribeño (el negro del CDU, el amarillo de los liberales y el verde de los ecologistas).
Si bien estas tres colectividades tenían la intención de unirse, todos sabían que las negociaciones serían complicadas. Así lo hacía saber a
Emol la profesora alemana de la UC
Nicole Jenne, pocos días después de las elecciones: "
Merkel sabe que es muy difícil hacer la llamada coalición 'Jamaica'. Hay temas que no están muy lejos unos de otros pero sí hay otros donde es difícil ver como nivel del Estado", indicó.
Pasaron las semanas, y estos vaticinios se hicieron realidad. Finalmente, las negociaciones no llegaron a buen puerto y la posibilidad de este gobierno tripartito se esfumó. Seguían los dolores de cabeza para Merkel y compañía.
De esta forma, se manejan tres opciones: que la Canciller siga insistiendo en la formación de un nuevo Ejecutivo, que se forme un Gobierno de minoría o que las autoridades convoquen a nuevas elecciones, un escenario inédito en Alemania.
Propiciar el "reencuentro"
La posibilidad de llegar a nuevas elecciones no es una opción para la CDU. Así lo hizo notar la propia Angela Merkel este fin de semana, y la razón principal es clara: unos comicios podrían darle más votos al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que con su discurso antiinmigración y antieuropeo consiguió muy buenos resultados en septiembre.
Ante esto, la Canciller busca reeditar el "romance" y convencer a la SPD de la necesidad de volver a formar la "gran coalición", alternativa que se veía casi imposible. Tanto así, que tuvo que intervenir el Presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Primero, se reunió con los líderes de los liberales y los Verdes, y posteriormente con el cabecilla de los socialdemócratas, Martin Schulz, quien poco a poco ha moderado su discurso y su negativa a formar gobierno. Nace una nueva esperanza para la política alemana.
Así, tanto la CDU como su líder Angela Merkel se muestran expectantes y optimistas en poder reflotar la antigua coalición. Según la Canciller, "para nosotros es importante lograr la estabilidad en el país y ser el ancla de esa estabilidad".
Esta necesidad de formar pronto un Ejecutivo y terminar con la crisis política alemana se acrecienta considerando el nuevo rumbo que se le quiere dar a la Unión Europea, donde el liderazgo de la Canciller es trascendental.
Es así como, de este modo, Merkel y Schulz se verán las caras este jueves, con la mediación de Steinmeier. Si los cálculos son optimistas, las negociaciones entre demócratacristianos y socialdemócratas deberían empezar en enero. Habrá que esperar y ver qué pasa.
