LA PAZ.- Los médicos bolivianos anunciaron el lunes el fin de la huelga iniciada hace 47 días en contra del Gobierno de Evo Morales, tras un conflicto que afectó seriamente a la salud pública en Bolivia.
"Vamos a volver a nuestros hospitales, (...) vamos a volver a trabajar", aseguró el presidente del Colegio Médico de Bolivia, Aníbal Cruz, en una comparecencia ante los medios para anunciar el cese del paro que se materializó la medianoche.
El dirigente indicó que será "un regreso ordenado" a los puestos de trabajo, en lo que calificó como un "logro" tanto para los médicos como para el conjunto del pueblo boliviano, del que elogió su "sacrificio" durante este mes y medio de huelga.
"No claudicaremos", advirtió no obstante, en la defensa de una mejor salud pública en Bolivia hasta conseguir "un sistema gratis" de atención universal en el país.
Cruz explicó que el fin del paro llegó tras un acuerdo con el Gobierno para elaborar una ley general de salud y poner en marcha un instituto de arbitraje ante conflictos, además de la derogación de la normativa que originó este enfrentamiento.
Los empleados sanitarios emprendieron el conflicto a finales de noviembre contra un decreto para crear un organismo de fiscalización de su labor y en contra de un artículo del nuevo Código Penal que prevé penas incluso de cárcel por mala praxis médica.
El Presidente Evo Morales anunció la semana pasada la derogación de ese artículo, que el Parlamento boliviano tiene previsto anular este martes, y en vistas de que pese a ello no cesaba la protesta, el lunes advirtió de medidas legales para acabar con el paro.
El anuncio del final de la protesta se produce pocos días antes de que el próximo jueves llegue el rally Dakar a Bolivia, para lo que el Ejecutivo de Morales había previsto un plan especial de atención sanitaria a participantes y público.
Los médicos protagonizaron durante este mes y medio huelgas de hambre en centros sanitarios, enfrentamientos con la Policía y bloqueos de calles y carreteras, con el apoyo de otros colegios profesionales y de colegas de otros países.
El Gobierno les acusó de actuar por interés político en su contra apoyados por la oposición y para favorecer la salud privada, generando una situación de emergencia en el país con más de 800.000 consultas médicas y 10.000 cirugías suspendidas.
Organismos internacionales como Naciones Unidas advirtieron de la crisis sanitaria ocasionada en el país.
El nuevo Código Penal aprobado por el Parlamento boliviano el mes pasado, con la mayoría del Movimiento al Socialismo (MAS) que respalda al Ejecutivo, suscitó además las protestas de otros colectivos como transportistas y profesores por entender también que criminaliza su labor.