SANTIAGO.- "Chicos no se asusten, estoy internada. Me voy a hacer una endoscopía porque me duele mucho el abdomen". Ese fue el mensaje que la periodista y diputada argentina
Débora Pérez Volpin envió a sus compañeros de bancada del
partido político Evolución para calmarlos por su estado de salud. Sin embargo, ni ella ni sus correligionarios pensaron que durante ese procedimiento médico, tan común, perdiera su vida.
La muerte de la profesional de 50 años ocurrida el martes, deja un manto de dudas en una Argentina que ve con conmoción cómo perdió a uno de los rostros periodísticos más creíbles y populares del país y que hace unos meses decidió incursionar en la política.
Débora Pérez Volpin nació el 30 de diciembre de 1967 en Buenos Aires. Su padre era médico, por lo que desde pequeña pensó en seguir el camino de su progenitor. Sin embargo, con el paso de los años, descubrió que su vocación más bien iba por el lado de las comunicaciones.
Comenzó como periodista en Radio Belgrano, mientras estudiaba, para luego trabajar en diversas revistas y medios 13/20, Ser Única, Diario Popular, La Nación y Clarín. Su paso más significativo, sin embargo, ocurrió con su llegada en 1992 al Grupo Artear, que armaba el canal de noticias TN.
Fue en esa señal televisiva donde Pérez se inició como productora, reemplazando a los noteros que se encontraban de vacaciones. Se afianzó en ese puesto y se empoderó reporteando en la calle, por lo que años después, en 1996, dio el salto para ser conductora de noticias, tanto en TN como Eltrece.
En ese rol se consolidó, por lo que en 2005 pasó a conducir "Arriba Argentinos" en Eltrece, noticiario matinal que se impuso como el más visto en su horario en todo el territorio trasandino. Este éxito se debió, en parte, gracias al carisma de su conductora, quien era capaz de "poner una dosis justa de ternura para despertar a los televidentes entre noticia y noticia", como reseña La Nación. Ahí, su frase característica era "Arriba, remolones".
Pese a la exposición en medios de comunicación, siempre intentó mantener su vida privada alejada de las luces, resguardando su relación con el periodista deportivo Enrique "Quique" Sacco y protegiendo a sus hijos Agustín (19) y Luna (16), fruto de su matrimonio con el camarógrafo Marcelo Funes.
"Con Quique tenemos un bajísimo perfil. Siempre intenté resguardar a mi familia, los chicos fueron criados de esa manera. Estar en TV tenía que ver con mi trabajo y con el desarrollo de mi profesión, y si voy a un evento no lo hago para exhibirme sino para disfrutar de un espectáculo o para conducir una gala solidaria", señaló en una entrevista replicada por Infobae.
Salto político
Pasaron 12 años liderando la franja matinal con diversos acompañantes cuando, en junio de 2017, Débora Pérez Volpin renuncia a los medios de comunicación para inscribir su candidatura a diputada de la Ciudad de Buenos Aires por el movimiento Evolución, liderado por Martín Lousteau, ex ministro kirchnerista y posterior embajador en Estados Unidos del gobierno de Mauricio Macri.
Su candidatura causó sorpresa en el mundo político. Durante su campaña, Pérez se avocó a visitar los diversos barrios de la capital argentina, recogiendo los reclamos de los vecinos para armar una agenda comprometida con la ciudadanía. Entre esos temas estaba el mejoramiento del transporte público de la ciudad.
"Toda la vida me involucré con ONG's, como Unicef o Cruz Roja. Pretendo que nuestro estilo de vida no cambie. Mi casa es bien de clase media, que recibe a los amigos de mis hijos, vienen todos a estudiar y a hacer trabajos prácticos"
Débora Pérez Volpin
Sobre este salto a la política, la periodista fue clara: "Toda la vida me involucré con ONG's, como Unicef o Cruz Roja. Pretendo que nuestro estilo de vida no cambie. Mi casa es bien de clase media, que recibe a los amigos de mis hijos, vienen todos a estudiar y a hacer trabajos prácticos".
Con esa filosofía, Débora Pérez fue electa legisladora de la Ciudad de Buenos Aires. Meses después, unos dolores estomacales la llevaron a someterse a una endoscopía en el Centro Médico Trinidad de la capital argentina. De acuerdo a los informes preliminares, complicaciones con la anestesia que se le aplicó provocaron su muerte, sorpresiva para todos.
Hoy, tanto el mundo político como el de las comunicaciones lamenta su partida. En medio de lágrimas, el diputado nacional Martín Lousteau afirmó a TN que Pérez "era una persona que todo lo que tocaba lo hacía mejor. Desde despertar a la gente y ser moderada en momentos de mucha tensión, en este canal o en la política".
"Débora era genuina. Era una persona que estaba en contacto con los que quería. No dejó la televisión y el periodismo por fama o por poder, sino por la vocación de hacer las cosas mejor. Eso la hace mejor que la inmensa mayoría de los políticos", agregó.
"Débora era genuina. Era una persona que estaba en contacto con los que quería. No dejó la televisión y el periodismo por fama o por poder, sino por la vocación de hacer las cosas mejor. Eso la hace mejor que la inmensa mayoría de los políticos"
Martín Lousteau, diputado nacional
Por su parte, quien fuera el gran compañero de la periodista en la televisión, Marcelo Bonelli, abrió el programa "Arriba Argentinos" (liderado durante 12 años por Pérez) con unas sentidas palabras. "Murió Débora. Es un día tristísimo para todos en Arriba Argentinos. Es un día triste para mucha gente, pero para nosotros en particular. Esta era su casa".
"Era una amiga, una gran compañera, una gran profesional. Era una gran mina. Ella era muchas cosas. Era de esas personas inconmensurables, de esas personas que cuando pasan por un lugar te dejan algo en el corazón. Ella no pasaba desapercibida. Por eso el dolor del día de hoy", enfatizó.
Así, Argentina pierde a uno de sus rostros periodísticos más queridos, añorando quizás escuchar por última vez ese simple pero sincero saludo matutino que inyectaba fuerza en las primeras horas del día.