BUENOS AIRES.- El gobierno de Mauricio Macri celebró como un gol el anuncio de que la pobreza bajó en el segundo semestre de 2017 en Argentina, aunque la persistencia de la inflación en los primeros meses de este año combinada con nuevos aumentos en tarifas de servicios públicos moderan la euforia.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) reportó que en la segunda mitad del año pasado la pobreza afectaba al 25,7% de los argentinos contra 30,7% del mismo período de 2016. Si se le compara con el primer semestre de 2017, la pobreza se redujo casi tres puntos desde 28,6% de los habitantes.
"Esta baja nos pone contentos, pero todavía falta. Es una noticia que nos da esperanza, nos confirma que estamos por el buen camino. Hay 2,7 millones de personas que lograron salir de la pobreza y cerca de 610.00 que salieron de la indigencia", dijo el Presidente Macri el miércoles en una declaración pública tras difundirse el resultado.
El mandatario agregó que desde el inicio de su gobierno en diciembre de 2016 "hemos avanzado mucho y lo vamos a seguir haciendo. Tenemos una meta única y clara: reducir la pobreza. Para eso lo necesitamos a todos".
Los expertos atribuyen la mejora a un repunte de la actividad económica que al mismo tiempo repercutió en un crecimiento del empleo informal. No obstante, aconsejan moderar el entusiasmo para la medición de pobreza en el primer semestre de 2018. La inflación de marzo rondará el 2% según vaticinan la mayoría de las consultoras privadas. De confirmarse, el costo de vida acumularía en primer trimestre de este año un incremento de 6,2%.
La inflación difícilmente dará tregua en abril, ya que están previstos nuevos aumentos en las tarifas de gas y de transporte públicos. Estos cambios repercuten directamente en el aumento de la canasta básica de alimento que determina el nivel de pobreza.
Para la medición, el INDEC toma en cuenta 31 centros urbanos del país que representan un universo de 27,6 millones de personas y nueve millones de hogares.
En el segundo semestre de 2017, se encuentran por debajo de la línea de pobreza 1,6 millones de hogares que representan unos siete millones de personas. En tanto, 316.350 hogares se encuentran bajo la línea de indigencia -es decir, sus ingresos no alcanzan para procurarse una canasta de alimentos capaz de satisfacer un umbral mínimo de necesidades energéticas y proteicas- lo cual afecta a 1,3 millones de indigentes.
La región noreste, que incluye las provincias de Corrientes, Formosa, Chaco y Misiones, concentra la mayor cantidad de pobres del país con 33,2% de personas en esa condición.