A fines de febrero de 2018, el doble asesinato del periodista anticorrupción Jan Kuciak y de su novia, sumió a Eslovaquia en una crisis que provocó en marzo la dimisión del primer ministro Robert Fico. Un mes más tarde, también dimitieron el ministro del Interior y del jefe de la policía. El periodista investigaba un caso de corrupción que implicaba a la mafia italiana y a políticos eslovacos, incluso pertenecientes al entorno del jefe de Gobierno.
En octubre de 2015, el incendio de un club nocturno en Bucarest que dejó 64 fallecidos, levantó una ola de protestas contra una clase política salpicada por casos de corrupción, a la que se culpaba por la falta de controles de seguridad en el recinto. Las manifestaciones provocaron la dimisión del jefe de Gobierno, Víctor Ponta, afectado por varias investigaciones judiciales. A comienzos de mayo de 2018, fue absuelto en un juicio por presunta falsedad y blanqueo de dinero en la época en que era abogado.
Silvio Berlusconi, jefe de Gobierno entre 1994 y 2011, se vio obligado a dimitir en medio de la crisis económica que tuvo a Italia a punto de la quiebra y por mantener numerosos casos de corrupción abiertos en la Justicia. Entre prescripciones de delito y absoluciones, “il Cavaliere” solo fue condenado una vez en 2013 por un caso de fraude fiscal. La condena la cumplió con trabajos comunitarios, pero perdió su escaño en el Parlamento. Acaba de ser "rehabilitado" por el tribunal de Milán y ha recuperado su eligibilidad.
Desde el escándalo de las "cajas negras" de la CDU en 1999, que castigó al ex Canciller Helmut Kohl con una fuerte multa por recibir donaciones ilícitas durante su gestión, Alemania se ha mostrado más rígida. En 2012, el Presidente Christian Wulff debió dimitir tras ser acusado de cohecho y tráfico de influencias por aceptar un regalo de 700 euros de un productor de cine, y de presionar a la prensa para bloquear informaciones sobre sus vínculos con un empresario.
En 2010 se reveló que más de la mitad de los diputados británicos cargaron a las cuentas públicas gastos personales, como la compra de refugios para patos, cajas de fósforos, películas pornográficas e intereses de préstamos inmobiliarios inexistentes, por un total de más de un millón de euros. El caso obligó a dimitir a la ministra de Interior y al presidente de la Cámara de los Comunes. Siete parlamentarios, conservadores y laboristas, fueron condenados a penas de cárcel.
El primer ministro demócrata cristiano Yves Leterme dimitió en diciembre de 2008 acusado de intentar forzar las decisiones de la Justicia para desmantelar el banco Fortis de la quiebra. Un caso conocido como "Fortisgate". Finalmente fue absuelto y volvió a ser primer ministro entre 2009 y 2010, año en que volvió a dimitir, esta vez por la retirada de sus socios liberales flamencos (Open VLD) de la coalición gobernante, tras un conflicto lingüístico entre flamencos y francófonos.
En junio de 2013, el primer ministro de centroderecha Petr Necas dimitió por un escándalo de corrupción y abuso de poder en el que también estaba implicada su jefa de gabinete y cercana colaboradora, Jana Nagyova, quien finalmente resultó ser su amante. Nagyova fue acusada de usar el servicio secreto militar para espiar a la mujer de Necas, que vivía separada del entonces primer ministro. La fiscalía renunció a emprender acciones contra el dirigente.