SANTIAGO.- El Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE) iniciará este viernes el análisis de los pedidos de impugnación de candidaturas políticas para los comicios de octubre en ese país.
El órgano judicial convocó anoche a una sesión extraordinaria y aunque no ha incluido de forma oficial en su agenda la postulación del ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se estima que será una de sus prioridades debido a la compleja situación por la que atraviesa: es favorito en las encuestas, pero está preso por corrupción.
La esperada audiencia de la corte se producirá solo horas antes de que se de inicio a la propaganda electoral en radio y televisión para los candidatos presidenciales, a las 00:00 horas del sábado 1 de septiembre.
Encarcelado desde abril pasado, Lula se convirtió en carta oficial del Partido de los Trabajadores (PT) para el Palacio de Planalto, tras ser inscrito el 15 de agosto pasado. Desde entonces, el TSE recibió más de una decena de cuestionamientos a la postulación del ex Presidente, basándose en la "Ley de Ficha Limpia", que consigna que una persona condenada en segunda instancia -como Lula- no puede postular a cargos electivos.
El ex jefe de Estado brasileño fue
sentenciado a 12 años de prisión por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4) por haber recibido un departamento triplex el balneario de Guarujá como soborno por parte de la empresa constructora OAS. Esta condena es la que le impediría ser aspirante.
Según consigna el portal brasileño G1, se presentaron en total ocho impugnaciones a la candidatura de Lula por parte del Ministerio Público, partidos, coaliciones y candidatos, y ocho por parte de ciudadanos.
Como defensa, el equipo de abogados de Lula presentó un documento de 181 páginas ante el TSE solicitando aprobar la candidatura del ex Mandatario, apenas una hora antes de que se cumpliera el plazo máximo para la entrega de la respuesta.
Su principal estrategia de defensa se basa en la decisión no vinculante que profirió hace dos semanas el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en la que pidió a Brasil que se tomen "todas las medidas necesarias" para que Lula pueda ser candidato presidencial, aunque esté preso.
Tras cumplirse el plazo para la respuesta a los cuestionamientos, a partir de ahora, la ley determina que deberían darse cinco días para los alegatos finales de las partes involucradas (quien impugnó y la defensa). Sin embargo, expertos aseguran que ello no es necesariamente así y que la decisión sobre la candidatura de Lula podría tomarse hoy mismo si es que es analizada.
¿Qué decidiría el Tribunal?
Además de la viabilidad de la candidatura del ex Presidente, el TSE también podría discutir este viernes la eventual prohibición para que Lula pueda hacer campaña para su candidatura desde la cárcel.
La celda del ex Mandatario se ha convertido en una especie de central de campaña electoral, recibiendo visitas de personalidades extranjeras desde hace semanas. La última fue Martin Schulz, ex líder de los socialdemócratas alemanes y candidato a canciller de Alemania el año pasado. Quien hasta 2017 fue presidente del Parlamento Europeo, visitó y dio su respaldo al líder petista este jueves.
Por otro lado, el TSE podría debatir sobre la
posible prohibición de que la carta presidencial del PT participe de los debates y sobre la
suspensión del recibimiento de fondos públicos para su financiamiento de campaña.
Sin embargo, los pedidos de impugnación no incluyen impedir el ex Presidente grabe programas o propaganda para otras candidaturas, como la de Fernando Haddad, postulante a vicepresidente por el PT y quien se convertiría en reemplazante de Lula en caso de que se vean cohibidas sus chances de aspirar al sillón presidencial.
Actualmente, la ley limita el uso del tiempo de las franjas electorales para políticos que no sean el mismo candidato en un 25%. Ese tiempo podría usado por el ex jefe de Estado y en caso de que sus opositores pretendan también quitarle esta posibilidad, ello deberá ser tratado en otros procesos específicos por la corte electoral.
A pesar de su delicada situación y de estar en prisión, el PT registró a Lula como candidato en virtud de la fortaleza que ha venido mostrando en todos los sondeos de opinión divulgados hasta la fecha y que le otorgan cerca de un 40% de las intenciones de voto.
Por ello, sus fichas están puestas en que, aunque el TSE falle en contra de Lula, su defensa podrá apelar a la decisión ante el mismo TSE o ante el Supremo Tribunal Federal. Así, el proceso se extendería y el PT tendría más tiempo para cosechar adherentes y tramitar una poco probable, pero aún posible, salida de Lula de la cárcel antes de octubre.