EMOLTV

Elecciones en Suecia: La avanzada nacionalista que pone en riesgo a la "superpotencia moral"

La irrupción de los Demócratas, partido de extrema derecha que difunde un discurso antiinmigración, podría cambiar el tradicional escenario político en el país, ligado históricamente a la socialdemocracia.

05 de Septiembre de 2018 | 15:17 | The New York Times
imagen

El líder de los Demócratas, Jimmie Akesson, ha sumado diversos seguidores.

AFP
ESTOCOLMO.- En un centro cívico de Rinkeby, un barrio de mayoría inmigrante del noroeste de Estocolmo, recientemente se reunieron cientos de personas para debatir sobre las inminentes elecciones de Suecia y el futuro del país.

El debate, sobre la naturaleza de la democracia sueca y la importancia del voto, fue apasionado y sofisticado. Pero un participante, el inmigrante somalí Ahmed Ali, salió de la reunión con una sensación de frustración: sintió que todos evitaban el principal problema.

"Lo que se juega en esta elección es crucial" ,dice Ali. "En el país hay cada vez más extremistas, y con más influencia. No tienen una agenda política real, sólo odian a los inmigrantes. Y esta xenofobia se extiende a toda Europa".

"En el país hay cada vez más extremistas, y con más influencia. No tienen una agenda política real, sólo odian a los inmigrantes. Y esta xenofobia se extiende a toda Europa"

Ahmed Ali
Así, mientras una Suecia irritada y polarizada se prepara para ir a votar este domingo, la forma que tendrá el nuevo gobierno no está del todo claro, debido al rápido ascenso de los Demócratas de Suecia, un partido populista nacionalista, antiinmigración y antieuropeo, que según las encuestas podría quedarse con el 20% de los votos.

Considerada durante mucho tiempo una "superpotencia moral", como la definió el politólogo Lars Tragardh, Suecia ha sido tradicionalmente muy abierta a la inmigración. Pero eso está cambiando por la presión de la globalización, la inmigración y la angustia que genera el futuro de la identidad nacional y cultural del país. Como en Alemania y Francia, los partidos extremistas, de izquierda y, sobre todo, de derecha, han ido aumentando su apoyo a expensas de aquellas colectividades que tradicionalmente han dominado.

Suecia "se está uniendo al resto de Europa", dice con evidente tristeza Carl Bildt, ex Primer Ministro del centroderechista Partido Moderado, quien agrega: "El mito de la Suecia modelo se está derritiendo".

El populismo ha empujado el discurso político hacia la derecha y ha caldeado los ánimos, incluso entre los flemáticos suecos. Los apoyos políticos se están fragmentando y el Partido Socialdemócrata, históricamente dominante, se encamina a su peor resultado electoral en un siglo.

Están perdiendo votantes a manos del Partido de la Izquierda y los Verdes, especialmente después de este verano que registró extensos incendios forestales, pero también han cedido electores de la clase trabajadora a los Demócratas. Los Moderados, por su parte, han perdido aún más ante la extrema derecha.

El factor migratorio

La ola migratoria de 2015 fluyó principalmente hacia Alemania y Suecia, consideradas las naciones de Europa más abiertas a la inmigración. Alemania acogió a más de un millón, mientras que a Suecia llegaron buscando asilo unos 163.000 migrantes, un número grande para un país de 10 millones de habitantes. Y si bien el pánico en Suecia ha sido menor que en Alemania, el impacto político fue similar al de ese país: con el surgimiento de un partido nacionalista y antiinmigración de ultraderecha -Alternativa para Alemania por un lado y los Demócratas de Suecia por el otro-.

Y al igual que Alemania, Suecia introdujo rápidamente controles fronterizos más estrictos, ocasionando que el número de nuevos inmigrantes cayera de manera pronunciada, hasta los 23.000 registrados este año.

163 milmigrantes llegaron a Suecia buscando asilo
Pero el daño político ya está hecho y, a pesar de una economía próspera y el bajo nivel de desempleo, los Demócratas suecos plantean que la inmigración debería frenarse y los recursos del país deberían utilizarse para restaurar el Estado de bienestar, que se encuentra bajo presión por el envejecimiento poblacional, las bandas delictivas y los problemas derivados de recibir a los migrantes.

"Esta elección realmente importa y está prácticamente en el aire", dice Jonas Hinnfors, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo. El bienestar, la salud y los impuestos son, como siempre, los temas principales, así como también lo es el cambio climático, pero "en una medida sin precedentes, ahora tienes inmigración y delincuencia, y también sin precedentes es la forma en que los Socialdemócratas están haciendo campaña sobre estos temas y proponiendo más policía y controles fronterizos más duros".

El crecimiento de los Demócratas es la contracara de la caída de los socialdemócratas, quienes han logrado el primer lugar en casi todos los comicios suecos desde 1917. Así, pasaron de alcanzar más del 50% en 1968 y el 45% en 1994 hasta rozar el 25% en la actualidad, lo que refleja la disminución del apoyo a los partidos socialistas y de centroizquierda en otras partes de Europa.

De este modo, si los Demócratas, como se espera, obtienen alrededor del 20% de los votos, eso tornará imposible para el bloque de centroizquierda o centroderecha formar un gobierno de mayoría. Los otros partidos insisten en que no van a hacer ningún trato con el movimiento ultranacionalista, pero esto ya le ha costado a los moderado un líder y seguramente volverá a surgir en los días posteriores a las elecciones, sin importar qué bloque sea más grande.

20%de los votos podrían alcanzar los Demócratas
El auge de los Demócratas suecos, que tiene sus raíces en el fascismo y neonazismo suecos, dejó pasmado a más de uno. Bajo el liderazgo del joven Jimmie Akesson, el partido ha expulsado de sus filas a los "ultras" y ha suavizado su discurso, transformación que se evidencia en el cambio del logo partidario, que pasó de ser una antorcha en llamas al dibujo de una inofensiva anémona azul, una de las flores favoritas de los suecos.

Y la estrategia parece funcionar. En 2010, el partido superó el umbral parlamentario del 4% para obtener un escaño, con un 5,7% del electorado. En 2014 obtuvo el 12,9%. Y ahora podría convertirse en el segundo partido más grande de Suecia, con todas las complicaciones que eso podría conllevar.

Los Demócratas no han abandonado su eslogan tradicional, "Suecia para los suecos", pero ahora prefieren usar el de "Seguridad y tradición". Lo que estan vendiendo, y la mayoría de la gente está de acuerdo, es la nostalgia de una mítica Suecia de los años 50: segura, próspera y blanca.

El partido promete proteger esa religión civil que es el Estado de bienestar y restaurar el "folkhemmet", el "hogar del pueblo", la idea de una nación como una gran familia donde todos contribuyen y cuidan unos de otros. Es un concepto creado por los socialdemócratas, pero muchos lo consideran amenazado por la inmigración, el islam y la el crimen.

"La cuestión es cómo mantener a Suecia a la vanguardia del liberalismo y la socialdemocracia versus un apoyo más fuerte al Estado-nación y a las fronteras nacionales. ¿Qué partido tomará el pueblo sueco en esa puja? Ese es un debate que recién comienza"

Ulf Bjereld
Y al igual que al resto de los partidos populistas de Europa, a los Demócratas suecos los ayudó enormemente la oleada migratoria de 2015, la guerra de bandas delictivas en los suburbios y una muy coordinada seguidilla de quemas de autos, que tuvo alto impacto en los medios.

Al final, es posible que el Partido Socialdemócrata y la centroizquierda logren mantenerse en el poder y que, a pesar de obtener excelentes resultados, los Demócratas queden fuera del gobierno. Pero la inquietud de si es necesario llegar a algún acuerdo con ellos, como lo han hecho los principales partidos en Finlandia, Dinamarca y Noruega con sus rivales de extraderecha, continuará rondando.

"Esta elección es una lucha por los valores y la identidad sueca", dice Ulf Bjereld, politólogo de la Universidad de Gotemburgo y militante socialdemócrata. "La cuestión es cómo mantener a Suecia a la vanguardia del liberalismo y la socialdemocracia versus un apoyo más fuerte al Estado-nación y a las fronteras nacionales. ¿Qué partido tomará el pueblo sueco en esa puja? Ese es un debate que recién comienza".
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?