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Santiago: Sábado 31 de agosto del 2024 | Actualizado 18:45
El líder norcoreano, Kim Jong-un, tendió la mano al diálogo con Corea del Sur durante su discurso de Año Nuevo, en el que anunció que su país estaba dispuesto a enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero.
Seúl responde al tono conciliador del régimen norcoreano con la propuesta de una reunión de alto nivel para el 9 de enero con el fin de facilitar la participación de Corea del Norte en PyeongChang 2018.
Corea del Norte acepta reabrir la línea telefónica con el Sur, después de que ésta quedara cerrada en febrero de 2016, como parte de la voluntad de diálogo entre ambos países.
Seúl y Washington acuerdan retrasar sus maniobras militares anuales hasta después de los Juegos Olímpicos, en un momento marcado por el acercamiento entre ambas Coreas.
El equipo de las dos Coreas de hockey sobre hielo femenino juega su primer partido, un histórico encuentro deportivo que no se producía desde 1991.
Las dos Coreas celebran la primera reunión de alto nivel en más de dos años en la aldea de Panmunjom, situada en la frontera que divide ambos países, en la que abogaron por aliviar la tensión regional y convocar a nuevas conversaciones de cara a los Juegos.
Una orquesta norcoreana ofrece un histórico recital en Seúl entre las críticas en contra del régimen.
Arrancan los Juegos de Invierno con una emotiva ceremonia en la que se escenificó el acercamiento de las dos Coreas con un desfile conjunto bajo una sola bandera.
El presidente de la Asamblea Suprema norcoreana, Kim Yong-nam, y la hermana y asesora del líder, Kim Yo-jong, llegan a Seúl para liderar la delegación norcoreana de los Juegos de Invierno.
Kim Jong-un invita al Presidente surcoreano, Moon Jae-in, a celebrar la primera cumbre intercoreana en más de una década "lo antes posible", tras la visita de la delegación norcoreana al país vecino.
Pyongyang y Seúl llegan a un acuerdo "satisfactorio" para celebrar una cumbre -la primera en once años- y establecen el mes de abril como la fecha para el encuentro.
Anuncian desde Washington que se producirá una histórica cumbre entre el Presidente de EE.UU., Donald Trump, y Kim con el objetivo de lograr la desnuclearización de Corea del Norte.
Corea del Norte abandona su aislamiento político con la visita de Kim Jong-un a Beijing para reunirse con el Presidente chino, Xi Jinping. Este supuso el debut diplomático del líder norcoreano.
Las dos Coreas acuerdan el 27 de abril como la fecha para su cumbre, que se celebrará en el Peace House, un pabellón del lado sur de la Zona de Seguridad Conjunta (JSA).
Corea del Sur y Estados Unidos inician sus maniobras militares anuales, tras más de un mes de aplazamiento y con un perfil mucho menor al que es habitual, en pleno proceso de distensión política en la península.
Ese mismo día, Kim y su esposa, Ri Sol-ju, acuden a un concierto ofrecido por artistas surcoreanos en Pyongyang -el primero en más de una década-, en el que participan 160 artistas del Sur.
Corea del Sur manifiesta su intención de que la cumbre intercoreana se salde con un acuerdo de paz con el Norte, lo que pondría fin a la situación de guerra técnica en la que se encuentran ambos países.
Corea del Norte se compromete a completar su desnuclearización sin exigir la retirada de las tropas estadounidenses del Sur, según explicó Moon.
Las dos Coreas ponen en marcha una línea telefónica directa entre sus líderes una semana antes de que se celebre la cumbre.
Corea del Norte anuncia que el país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles intercontinentales, así como el cierre de su centro de ensayos nucleares.
Kim Jong-un y Moon Jae-in finalmente se estrechan la mano en Panmunjom, convirtiendo al líder norcoreano en el primero que cruza al territorio sur en casi 70 años. Entre las medidas que acordaron en la reunión, firmaron una declaración conjunta en la que buscarán desnuclearizar la península y la paz permanente. "Una nueva historia comienza", le escribió Kim a su par.
De cara a su reunión con Donald Trump, en menos de dos meses después, el líder de Corea del Norte informa que desmantelarían definitivamente sus instalaciones nucleares en mayo. El anuncio es dado a conocer por el vocero de la Presidencia surcoreana.
Ante los anuncios de su par norcoreano, Moon Jae-in destaca el rol del Mandatario estadounidense en los acercamientos sostenidos entre ambas Coreas. "El Presidente Trump debería ganar el Premio Nobel de la Paz", declaró.
A cuatro días del pacto suscrito, los ejércitos de ambas Coreas inician el retiro de altavoces de propaganda en la frontera con el objetivo de favorecer el clima conciliatorio. En detalle, el acuerdo establecía que debían cesar completamente los actos hostiles como la "guerra psicológica".
Desde Seúl aclaran que un eventual acuerdo con Pyongyang no significa el retiro de las tropas estadounidenses desplegadas en su país. "Dependen de la alianza entre Corea del Sur y EE.UU.", sostuvo Moon.
La Cancillería del Norte, acusó ayer a Washington de arruinar la distensión coreana al "manipular la opinión pública", diciendo que la desnuclearización "es el resultado de la presión y las sanciones". Asimismo, fueron enfáticos en señalar que Estados Unidos "no debería malinterpretar como debilidad" la voluntad pacifista expresada entre las dos naciones asiáticas.
Tres días después, Corea del Norte liberaría a tres estadounidenses acusados de espionaje y actos hostiles, en un gesto de buena voluntad hacia Donald Trump.
Junto con los líderes de Japón y China, Moon Jae-in acordó apoyar el proceso de desnuclearización de Corea del Norte. Por su parte, preparándose para su reunión con Donald Trump, el líder norcoreano proyectó que sería "histórica" y que ayudará a "construir un buen futuro".
Ambos líderes asiáticos se reúnen por sorpresa en la frontera para insistir en la realización de la cumbre con Trump, ya que este último había decidido cancelarla por la "abierta hostilidad de Norcorea", donde algunas autoridades habían criticado un modelo de desnuclearización anterior que EE.UU. implementó con Libia en 2003.
Se realiza la histórica reunión en Singapur entre Kim Jong-un y Donald Trump, donde se anunció el fin de los ejercicios militares estadounidenses con Corea del Sur. En la práctica, se retirarían las tropas norteamericanas instaladas en Surcorea desde la década de los 50. "Los adversarios pueden convertirse en amigos", aseveró el jefe de la Casa Blanca.
Ambas Coreas pactan reunir en agosto a familias separadas por la guerra, una decisión que tomaron en la cumbre realizada a fines de abril. La principal razón de retomar estos encuentros es el envejecimiento de las personas que llevan más de 65 años sin verse.
Ambos líderes cumplen con la decisión tomada en su primer encuentro, e inician las conversaciones sobre una nueva cumbre entre el Norte y el Sur. Tanto el lugar y la fecha quedó por determinarse, pero se cree que Moon será quien visitará a Kim en Pyongyang, a fines de agosto o inicios de septiembre.
Celebran las primeras reuniones de familiares separados en la guerra, el primer grupo de las 20 rondas que organizaron las dos Coreas para el encuentro.
Las dos Coreas inauguraron una oficina de enlace conjunta en la ciudad de Kaesong, en la frontera entre ambos países. La apertura tiene el objetivo de reforzar lazos y mejorar la comunicación entre las dos naciones. Esta medida fue acordada en la cumbre que se celebró en el pasado mes de abril.
