Muestras de apoyo por Julen.
Reuters
SANTIAGO.- La autopsia practicada a
Julen, el niño de dos años que murió tras caer a un pozo el 13 de enero en Totalán, España, y cuyo cadáver ha sido rescatado en la madrugada de este sábado, revela que
el menor sufrió politraumatismos y que su caída fue de pie.
El estudio determina que el pequeño
se precipitó de pie en el pozo y que sus brazos estaban hacia arriba, según han indicado a Efe fuentes cercanas a la investigación, que también han destacado que el menor presenta erosiones compatibles con roces en la caída.
El cuerpo sin vida de Julen fue localizado a la 1.25 horas locales de este sábado cubierto de tierra y a 71 metros de profundidad, hasta donde se precipitó desde el orificio de unos 25 centímetros de forma "rápida y libre".
El levantamiento del cadáver, cuya autopsia comenzó a las 8.30 horas y ha finalizado a primera hora de la tarde, se llevó a cabo por la autoridad judicial desplazada hasta la zona sobre las 4 de la madrugada.
Posteriormente fue trasladado al Hospital Clínico de Málaga para hacerle un estudio radiológico, según han indicado a Efe las mismas fuentes, y a continuación fue llevado al Instituto de Medicina Legal de Málaga.
La autopsia ha sido remitida a la autoridad judicial competente aunque quedan pendientes algunas pruebas que se harán en los próximos días tras la recogida de muestras en el cuerpo del pequeño.
Una vez rescatado, "ahora se inicia la investigación" de todas las circunstancias de este "trágico suceso" y, sobre la existencia de algún tipo de negligencia en la caída del niño al pozo, indicó en Madrid el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Esa circunstancia, dijo, "la concretará la autoridad judicial competente", ya que aún no hay elementos "suficientemente contrastados para llegar a una conclusión".
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en la región española de Andalucía (sur), Alfonso Rodríguez Gómez, explicó, además, que, por la postura en la que fue localizado, el niño cayó al pozo de forma "rápida y libre".
Desde el pasado 13 de enero el niño se encontraba atrapado en un túnel de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad perforado para realizar sondeos de agua, en la localidad de Totalán, en la provincia andaluza de Málaga.
Una de las tesis mas probables es que, en la propia caída, se fuera desprendiendo tierra procedente de las paredes del pozo, "muy imperfectas, muy arenosas", precisó Rodríguez Gómez.
También indicó que existen "diversas teorías" respecto al "tapón" encontrado en el pozo, pero que todavía no hay ninguna certeza y que el aire que pudiera existir en esa zona era el que hubiera entre los pies y la cabeza del niño.