CIUDAD DEL VATICANO.- Algunas de las víctimas de abusos por parte del clero manifestaron hoy su indignación y decepción por las palabras del Papa Francisco tras la cumbre celebrada en el Vaticano al considerar que no hay medidas concretas sino solo frases hechas.
"El Papa Francisco ha dado un guantazo a todas las víctimas de pederastia de los cinco continentes que han llegado hasta Roma para exigir explicaciones", expresó este domingo el psiquiatra y activista español, Miguel Hurtado, quien denunció abusos sexuales en el pasado por parte de un monje de la abadía de Montserrat.
Las declaraciones surgieron luego del discurso de cierre que el Pontífice emitió durante la jornada del domingo y en el que entregó ocho puntos para combatir los casos de abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia.
Para Hurtado, quien se desempeña como uno de los portavoces de la Organización Global de Víctimas (ECA), éstos son "muy genéricos" y les falta "concreción".
Entre los puntos enumerados por el Papa estuvo la necesidad de "defender a los menores" y a la obligación de la Iglesia de abordar con total "seriedad" los casos de abusos. Además, aseguró que "no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes" e indicó la necesidad de tener más cuidado en "la selección y la formación de los candidatos al sacerdocio".
"No ha hablado de entregar a la Justicia a los responsables, de entregar los documentos a la magistratura y no destruirlos cómo desveló uno de los obispos, no ha dicho que los responsables de los abusos van a perder su puesto de trabajo, ni de indemnizar económicamente a las víctimas... No pone ninguna medida en la mesa", lamentó.
Lo mismo consideró Anne Barrett-Doyle, quien integra el grupo Bishopaccountability.org, el cual monitoriza abusos por parte de clérigos. Según afirmó, el discurso fue una "decepción sorprendente" que no abordó el dolor y la indignación de los fieles.
"La campaña de tolerancia cero anunciada por el Vaticano se ha convertido en credibilidad cero"
Francesco Zanardi, Red de Víctimas de Italia
"Mientras los católicos del mundo claman por un cambio concreto, el Papa, en cambio,
ofrece promesas tibias, que ya hemos escuchado antes", dijo en un comunicado.
Por su parte, el italiano Francesco Zanardi, presidente de la Red de Víctimas del país, también lamentó que el Papa ha pronunciado solo "frases hechas" y no habló de "procedimientos concretos, de dimisiones de obispos, de denuncias a la magistratura".
Calificó las reuniones mantenidas por tres días - entre el 21 y el 23 de febrero - como una "gran desilusión", al igual que el discurso del Papa, y afirmó que "la campaña de tolerancia cero anunciada por el Vaticano se ha convertido en credibilidad cero". "El Vaticano a los ojos de mis colegas ya no es creíble", sentenció.
Alusiones a casos fuera de la Iglesia
Uno de los principales cuestionamientos a las palabras del Pontífice tuvo que ver con sus alusiones casos de abusos sexuales fuera del seno de la Iglesia. Francisco dedicó su primera parte de su discurso a dar a conocer estadísticas de Naciones Unidas y otras organizaciones que muestran que la mayoría de los abusos a niños se producen en las familias.
"Estamos enfrentando un problema universal, trágicamente presente en casi todas partes y que afecta a todos. No obstante, debemos ser claros que si bien afecta gravemente a nuestra sociedad en su conjunto, este mal no es menos monstruoso cuando ocurre dentro de la Iglesia", dijo Francisco.
En ese sentido, Hurtado criticó que la mitad de la alocución se dedicara a "los abusos fuera de la Iglesia".
"Nosotros hemos sido abusados dentro de la Iglesia, por sacerdotes católicos, por monjes y maestros católicos.
Esperábamos una respuesta que el Papa no nos ha dado", aseveró.
Según consideró, si el Papa hubiera recibido a los miembros de las asociaciones de víctimas no habría hecho un discurso tan lamentable y explicó que durante la reunión que sí mantuvieron con el comité organizador se había entregado una "agenda de cambios" y "un plan de acción". "Como siempre, no nos han escuchado".
A dichas críticas se sumó también Barrett-Doyle: "Especialmente angustiante fue el razonamiento del Papa de que el abuso ocurre en todos los sectores de la sociedad (...) Necesitábamos que ofreciera un plan audaz y decisivo. En cambio, nos brindó una retórica defensiva y reciclada", sentenció la activista.
Desde la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Argentina fueron más radicales y dieron conocer su repudio a la cumbre, que consideraron un "acto de simulación". Además, anunciaron, entre otras medidas, que impulsarán denuncias internacionales contra el Vaticano, pedirán la apertura de archivos de la Iglesia y la realización de registros de abusadores eclesiásticos.
La histórica cumbre que se extendió entre el 21 y 23 de febrero, convocó a 190 personas, entre ellos los líderes de las 114 conferencias episcopales del mundo, representantes de instituciones religiosas y expertos en la temática de abusos sexuales.
