Palacio de Westminster en Londres. Varios parlamentarios han afirmado que la sede del Congreso podría tener un destino similar al de la catedral de Notre Dame.
AFP
El devastador incendio que el lunes consumió gran parte de
la catedral de Notre Dame en París, despertó las alarmas en diversos países de Europa, cuyas autoridades ya están viendo la forma para tomar resguardos y proteger sus sitios y monumentos históricos ante catástrofes de este tipo.
Fue así como, en Reino Unido, varios diputados alertaron del riesgo de incendio que hay en el Palacio de Westminster, sede del Parlamento, por lo que llamaron a tomar recaudos.
"Nos hemos tomado demasiado tiempo para adoptar medidas antiincendios", denunció en Twitter el diputado laborista
Chris Bryant, miembro de la comisión multipartidista que se ocupa del estado del edificio.
Bryant contó que "hay partes del Palacio tan viejas como Notre Dame", por lo que deberían adoptarse las salvaguardias necesarias. "Dios sabe que ya hemos tenido suficientes avisos", advirtió.
"He pensado en eso todo el tiempo", agregó la también laborista Anna Turley. A su llegada a la sede legislativa cuenta que se hizo amiga de un ingeniero que le mostró la instalación eléctrica: "Parecía un desastre de seguridad y salubridad esperando a producirse".
Las preocupaciones crecen sobre este edificio declarado patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco, el cual data de mediados del siglo XIX pero algunas zonas tienen 900 años de antigüedad.
Y esto comenzó antes del siniestro de Notre Dame. Así, en una carta publicada la semana pasada en un diario local,
David Lidington, el "número dos" de la Primera Ministra, Theresa May, avisó que
"cada año que pasa, el riesgo de que ocurra una catástrofe aumenta". Solo durante el año pasado, indicó, se cayeron varias piezas de mampostería. "Tuvimos suerte de que nadie resultara herido", afirmó.
Los problemas de Westminster quedaron de manifiesto a principio de abril por una fuga de agua que se filtró desde el tejado mientras el Parlamento estaba en sesión. "Los fontaneros han puesto parches, pero este incidente subraya la necesidad de seguir adelante con los planes para una profunda reparación", defendió Lidington.
Alarma en España
En tanto, en España el ministro de Cultura, José Guirao, aseguró que revisará la seguridad en sus monumentos, tras el incendio en Notre Dame.
"En general nuestras instalaciones de los grandes monumentos son seguras pero esto es una alerta y se pondrá en marcha una revisión de todas las instalaciones", admitió Guirao en una entrevista en RNE recogida por Europa Press.
El titular de Cultura aseguró que las catedrales españolas están protegidas, aunque reconoció que
ante un accidente "no existe seguridad al 100 por ciento". Y, en este sentido, explicó que "existen políticas preventivas que tratan de evitar que este tipo de tragedias puedan suceder".
En su opinión, la restauración de Notre Dame es un asunto europeo por el "valor simbólico y cultural" que representa la catedral. "A nivel económico los franceses tienen recursos de sobra para hacerlo, pero el tema de fondo no es la economía, sino el símbolo que representa para la Unión Europea, para el arte, para la cultura y por eso hay que estar con los franceses, apoyándoles en algo que es una tragedia", afirmó.