El emperador será sucedido por su primogénito, Naruhito.
EFE
El emperador japonés Akihito abdicó hoy luego de permanecer 30 años en el trono y, durante la ceremonia en que dejó el poder, declaró sentirse "afortunado" de haber desarrollado sus funciones "con un profundo sentido de confianza y de respeto hacia el pueblo".
"Hoy concluyo mis funciones como emperador", dijo al inicio de su breve intervención durante el acto, celebrado en el Palacio Imperial ante 294 participantes, incluyendo representantes de la familia real y de los tres poderes del Estado.
Akihito, de 85 años, agradeció al pueblo nipón "por apoyarlo y aceptarlo en su papel como símbolo del Estado".
Antes de su intervención, los chambelanes presentaron dos de los Tres Tesoros Sagrados que Akihito ha custodiado durante sus tres décadas en el trono y que simbolizan el poder del cargo, además de los sellos imperiales empleados para firmar documentos oficiales.
Según marca el protocolo imperial nipón, Akihito continuará siendo emperador hasta la medianoche de hoy, mientras que la proclamación de su primogénito y príncipe heredero, Naruhito, tendrá lugar este miércoles.
Akihito anunció, en agosto de 2016, que su edad y problemas de salud le impedían cumplir cabalmente sus funciones como emperador.
Ese anuncio, que se hizo por televisión, dio paso a una serie de decisiones políticas para su abdicación, una posibilidad que no estaba contemplada en el esquema legal entonces vigente, hasta que fue aprobada una ley específica.