Los Gobiernos de Rusia y Cuba expresaron este lunes su apoyo a los contactos que el Gobierno y la oposición de Venezuela iniciaron con la mediación de Noruega con el objetivo de lograr una solución pactada a la crisis política que sufre la nación caribeña.
"Por nuestra parte, estamos preparados para dar la asistencia necesaria a este diálogo si lo piden los participantes", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado, según informó la agencia de noticias Sputnik.
El Kremlin pidió a todos los países "implicados" en la situación en Venezuela que "apoyen el inicio del proceso político" y "no impongan ultimátum" al Gobierno de Nicolás Maduro, al tiempo que ha rechazó "de forma categórica" una intervención militar.
En la misma línea, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, declaró que la isla "apoyará cualquier iniciativa dirigida a promover el diálogo respetuoso basado en la igualdad soberana con estricto apego a los principios del Derecho Internacional".
Cuba alentará "todo proceso de diálogo que tome en cuenta los intereses del pueblo venezolano con participación del Gobierno bolivariano y chavista en la dirección de alcanzar soluciones y acuerdos absolutamente soberanos", dijo Rodríguez desde Moscú, donde este lunes se reunió con el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Noruega anunció que esta semana los representantes de Maduro y del líder opositor, Juan Guaidó, volverán a Oslo para dar continuidad a los contactos que iniciaron el pasado 30 de abril para zanjar la crisis venezolana.
El Presidente venezolano agradeció a Noruega sus "esfuerzos" para avanzar en los diálogos por la "paz y estabilidad", antes de recalcar que la delegación gubernamental viaja a Oslo "con buena disposición para trabajar la agenda integral acordada y avanzar en la construcción de buenos acuerdos".
Guaidó, por su parte, accedió a regresar a Oslo pero con "una ruta muy clara" que pasa, según ha reiterado, por el "cese de la usurpación, un gobierno de transición y la celebración de elecciones libres". Así, considera que es una "mediación", no un nuevo diálogo.
Además, el presidente de la Asamblea Nacional resaltó su decisión de "seguir avanzando tanto en la construcción de una fuerza de cooperación como en la mediación internacional para lograr una salida de la dictadura y, por ende, a la crisis".
La aproximación de Gobierno y oposición también recibió el aplauso de Estados Unidos, principal valedor internacional de Guaidó, si bien, al igual que el líder opositor, ha insistido en que lo "único" que hay que negociar son "las condiciones de partida" de Maduro.
La posibilidad de diálogo surgió ante la creciente amenaza de una intervención militar en Venezuela. Sin embargo, la oposición acude con el vivo recuerdo del fracaso de los tres anteriores que, en su opinión, solo sirvieron para alargar la estancia de Maduro en el Palacio de Miraflores.