El 73 % de los brasileños se posiciona en contra de la flexibilización del porte de armas para ciudadanos comunes promovida por el gobierno del Presidente Jair Bolsonaro, según una encuesta de la compañía Ibope divulgada este lunes por el portal Globo.
La flexibilización para el porte de armas en Brasil es una de las medidas más polémicas del Mandatario y uno de los principales compromisos de su campaña electoral; la iniciativa ha levantado críticas entre los gobernadores del país, así como organismos de derechos humanos nacionales y globales y entidades del Poder Judicial.
La encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope) se realizó en marzo a 2.002 personas en 143 municipios, tras el primer decreto de Bolsonaro, que flexibilizó las normas para la adquisición y tenencia de armas.
Según el sondeo, el 61% de los encuestados está en contra de las facilidades para tener un arma en casa, frente al 37 % que está a favor y un 2 % que no respondió.
Por su parte, la encuesta señala que hay una diferencia de opinión en las regiones del país, donde el mayor apoyo se registró en la zona sur de Brasil con 48%.
En la zona norte y centro oeste, el apoyo llegó del 43% de los encuestados, en el sudeste fue del 35% y en el nordeste del 33%.
Asimismo, también se marca una diferencia en relación al sexo; el 50% de los hombres apoya la flexibilización de la posesión de armas frente al 27 % de las mujeres y con respecto al porte de estas, el 34 % de los hombres está a favor frente al 18 % de mujeres.
Además, el 51 % de la población no cree que el aumento de personas armadas suponga una sociedad más segura, el 37 % tampoco cree que tener un arma en casa signifique más seguridad aunque el 31% se muestran totalmente convencido de que con un arma en casa están más seguros.
En los cinco meses que lleva el Gobierno, Bolsonaro ha flexibilizado la tenencia y el porte de armas en Brasil, aunque por cuestionamientos de la justicia, el Mandatario tuvo que modificar el decreto sobre porte.
El pasado 22 de mayo aclaró que la norma solo tendrá valor para pistolas o revólveres y que quedará excluido todo tipo de fusil, carabina y escopeta, que estaban incluidos en el texto original.
Según las normas, entre los autorizados a portar armas están los políticos que ejerzan un cargo electivo, camioneros, periodistas volcados a la crónica policial, abogados, agentes de tránsito y empleados de empresas de transporte de valores, entre muchos otros, que incluyen a cazadores y socios de clubes de tiro.
La nueva normativa mantiene la liberación de la importación de municiones y armas para todas las personas autorizadas a portarlas, aunque solo después de que las operaciones sean aprobadas por el Comando del Ejército, que junto con la Policía Federal estará a cargo de la fiscalización de todo lo relativo a los permisos.
Para tener derecho al porte, los interesados deberán tener al menos 25 años de edad, carecer de antecedentes penales y comprobar "idoneidad moral", "psicológica" y "capacidad técnica" para el uso de armamentos.