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Enfrentamiento entre Trump y Rapinoe revive las diferencias entre el Mandatario y connotados deportistas de EE.UU.

Figuras de varios ámbitos deportivos han manifestado su repudio al Presidente norteamericano por sus acciones y dichos, rompiendo tradiciones como asistir a la Casa Blanca y enfrascándose incluso en disputas verbales.

08 de Julio de 2019 | 16:52 | Redactado por D.Gaete, Emol
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Agencias
"No voy a ir a esa puta Casa Blanca" fue la célebre frase que lanzó Megan Rapinoe, capitana del equipo femenino de fútbol de EE.UU., en medio del Mundial de la disciplina. El duro insulto, derivado por su enemistad con la Administración del Presidente del país norteamericano, Donald Trump, no fue más que un reflejo de lo que ha sido la relación del Mandatario con los deportistas de su país, quienes en su mayoría, han optado por alejarse de él.

En este caso fue el fútbol, pero anteriormente, figuras del básquetbol, del fútbol americano y del béisbol han protagonizado importantes enfrentamientos con el líder republicano, alegando racismo de su parte y criticando las políticas antiinmigratorias que Trump ha prometido e insistido en su periodo.

A continuación, te invitamos a recordar algunos de estos tensos momentos.

Arrodillados ante el himno

Desde que asumió la presidencia en 2017, Donald Trump ha enfrentado varias polémicas con los deportistas nacionales. Una de las situaciones más resonantes fueron las críticas del Mandatario hacia la marca deportiva Nike por apoyar, en un video publicitario, al ex quarterback de la NFL, Colin Kaepernick.

Kaepernick, quien en 2016 se arrodilló durante la interpretación del himno nacional protestando por la injusticia racial de EE.UU., fue atacado en 2017 por Trump, quien aseguró que los jugadores que realizan este tipo de actos eran unos "hijos de puta" que debían ser despedidos de sus equipos.

"Esto es una falta de respeto total a nuestra historia nacional. Es una falta de respeto a todo lo que defendemos", dijo en ese momento y preguntó al público: "¿No les encantaría a ustedes ver actuar a los propietarios de la NFL cuando alguien le falta el respeto a nuestra bandera?".

Cientos de jugadores de esta competición apoyaron a Kaepernick e hicieron el mismo gesto, manifestando el rechazo a las acusaciones. Una enemistad que aumentó cuando parte del equipo de los New England Patriots, como Devin y Jason McCourty, desistieron ir a la Casa Blanca luego de ser campeones motivados por sus ideales antirracistas, rompiendo así con la tradicional visita a la sede del Gobierno que hacen los clubes que ganan cada temporada en su disciplina.

En 2018, se evidenció aún más el conflicto, cuando Trump canceló la recepción en la Casa Blanca al campeón del Super Bowl, los Philadelphia Eagles, ya que varios de los vencedores anunciaron que no irían a Washington por diversos motivos.

"Ellos no están de acuerdo con el Presidente porque él insiste en que ellos deben estar orgullosos de permanecer de pie durante el himno nacional, mano en el pecho, para honrar a los grandes hombres y mujeres de nuestros cuerpos militares y las personas de nuestro país", explicó en una declaración el Mandatario.

Figuras del básquetbol en su contra

En comparación a la NFL, la relación de Trump con los basquetbolistas puede ser más compleja, ya que las figuras más importantes de este deporte, como Lebron James, han tomado la palabra.

"Ir a la Casa Blanca era un gran honor hasta que tú apareciste", dijo el jugador de Los Angeles Lakers en 2017, luego de que Trump le retirara la invitación a la Casa Blanca a los Golden State Warriors, quienes se habían coronado campeones en ese año. La razón del Mandatario se debió a que varios miembros del equipo habían rechazado asistir al connotado recinto, sobre todo, por sus diferencias con Stephen Curry, la estrella del club.

"Ir a la Casa Blanca está considerado un gran honor para un equipo. Stephen Curry duda, entonces se retira la invitación", dijo Trump, en reacción a las declaraciones del jugador que manifestó que sus "convicciones" eran distintas.

En 2018, la situación no cambió, ya que James, quien iba a disputar la final por Cleveland Cavaliers ante Golden State, demostró que las relaciones se mantenían inalterables.

"Sé que no importa el equipo que gane la serie, Cleveland o Golden State, ninguno desea una invitación", dijo y agregó que el enfrentamientos entre deportistas y el Mandatario se debía en gran parte a que "hay muchas cosas en las que nosotros creemos como estadounidenses que él no las apoya y también hay muchas personas que piensan que no hace nada para darles solución".

Los conflictos también llegaron al béisbol, cuando Trump no saludó al jugador venezolano de los Astros de Houston, José Altuve, en su visita a la Casa Blanca. Varios medios calificaron el hecho como tenso, a pesar de que en el encuentro ambos terminaron saludándose, lo cual se hacía evidente por el malestar que expresaba el deportista.

En esta jornada, la capitana y goleadora del Mundial femenino, Megan Rapinoe, se enmarcó como la nueva figura contraria a Trump, quien respondió a los dichos del Mandatario de "ganar antes de hablar", alzando el título y coronándose como la figura de su selección, dejando de manifiesto una relación con los deportistas difícil de solucionar.
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