El Frente Civil de Derechos Humanos -principal promotor de las protestas de las últimas semanas en Hong Kong- consideró que las palabras de la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, que dio por muerto el polémico proyecto de ley de extradición, "no significan nada nuevo".
"Lam todavía rechaza decir que retira la iniciativa, no podemos encontrar la palabra muerta en ninguna de las leyes de Hong Kong ni en ninguno de los procedimientos legales del Consejo Legislativo", dijo la portavoz internacional del frente, Bonnie Leung, en una rueda de prensa ante la sede del Parlamento.
Leung recalcó que la jefa del Ejecutivo no ha cumplido ninguna de sus cinco demandas: la retirada definitiva del proyecto de ley, su dimisión, dejar de considerar las protestas como disturbios, la libertad de los detenidos y abrir una investigación sobre la "violencia" policial.
"¿Cómo es que el Gobierno puede pedir a los manifestantes que respeten el Estado de Derecho, cuando ni él mismo lo hace?", subrayó la activista.
Estas declaraciones se producen poco después de que la jefa del Ejecutivo local diera por muerto el proyecto de ley de extradición, aunque sin dejar claro si dicha reforma legislativa se retiraría o no de forma efectiva.
"Doy por muerto el proyecto de ley de extradición", afirmó Lam en una rueda de prensa y añadió que los trabajos para sacar adelante esta normativa han sido "un completo fracaso".
Lam anunció la creación de un comité de investigación independiente para fiscalizar la actuación de la policía durante las protestas que ha vivido la ciudad el último mes, así como el establecimiento de una plataforma para el diálogo con los opositores a la ley.
En este sentido, Leung demandó un comité realmente independiente para investigar lo ocurrido, pues considera que no puede conducirse una investigación con garantías bajo la supervisión del Gobierno local.
La activista también criticó la actuación policial del pasado domingo, con agentes que "se negaron a enseñar sus placas de identificación o vestir de uniforme en el ejercicio de sus funciones".
Por su parte, la organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) calificó de "vagas" las palabras de la jefa del Gobierno local en torno a la muerte del controvertido proyecto de ley.
"La negativa de Lam a reconocer las consecuencias fatales del proyecto de ley de extradición continúa inflamando la situación en Hong Kong", señaló en un comunicado el director de AI en Hong Kong, Man-kei Tam, quien agregó que el excesivo uso de la fuerza en la manifestación del 12 de junio es una "violación del derecho internacional".