Foto de Mandeville, Luisiana. Carretera inundada cerca del lago Pontchartrain mientras se aproxima el huracán Barry.
EFE
Todavía con fuerza de huracán, Barry tocó tierra la tarde de este sábado en Luisiana y poco después perdió fuerza para convertirse nuevamente en tormenta tropical, pero aún amenaza con fuertes lluvias y marejadas a millones de personas.
El Centro Nacional de Huracanes informó que el fenómeno natural llegó a tierra en la tarde cerca de Intracoastal City.
Asimismo, el organismo advirtió peligrosas marejadas de tormenta, así como de lluvias y vientos fuertes.
El director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham, dijo que Barry había acumulado "una gran cantidad de humedad" y que se esperaba que trajera lluvia sobre el área durante todo el fin de semana.
Las autoridades emitieron una alerta de huracán para la zona entre Intracoastal City y Grand Isle.
Cabe recordar que horas antes de tocar tierra, las fuertes lluvias y las ráfagas de viento que traía Barry -el primer huracán de la temporada- causaron apagones en la costa de Estados Unidos en el Golfo de México.
La mañana de este sábado, más de 45.000 personas en el sur de Luisiana se encontraban sin electricidad. Además, la periferia de la tormenta se hizo sentir en Luisiana y la costa de Mississippi y Alabama con fuertes precipitaciones, al punto que las calles cerca de la costa quedaron bajo el agua.
Los expertos calculan que los peores daños ocurrirán en Luisiana y en partes de Mississippi, y que unos tres millones de habitantes se verán afectados por las lluvias y los vientos de la tormenta.