Imran Khan alertó que la medida de Nueva Delhi "deteriorarán aún más las relaciones entre vecinos con armas nucleares".
AFP
El Gobierno de Pakistán condenó la decisión del Ejecutivo indio de revocar este lunes el estatus especial para el estado de Jammu y Cachemira y advirtió de que se plantea "todas las opciones" para responder a una decisión que tachó de "ilegal".
"Como parte de esta disputa internacional, Pakistán ejercerá todas las opciones posibles para responder a estas medidas ilegales", argumentó el Ministerio de RR.EE. paquistaní, en un comunicado en el que condenó "rotundamente" la decisión de Nueva Delhi, según el diario paquistaní "Dawn".
Además, agregaron que "ningún paso unilateral por parte del Gobierno de India puede cambiar este estatus en disputa, contemplado por las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", al tiempo que tildó de "inaceptable" la decisión de Nueva Delhi.
Por su parte, el Primer Ministro paquistaní, Imran Khan, mantuvo conversaciones con los líderes de Malasia y Turquía para abordar la situación y alertó que la medida de Nueva Delhi "deteriorará aún más las relaciones entre vecinos con armas nucleares", según la cadena de televisión local Geo TV.
El Gobierno indio anunció la derogación de la excepción constitucional de la que se ha beneficiado hasta ahora la región de Jammu y Cachemira, en un aparente intento por integrar esta zona de mayoría musulmana en el resto del país. La eliminación del artículo 370 de la Constitución deja a la zona, por ejemplo, sin potestad para elaborar sus propias leyes.
El anuncio de este lunes, sin precedentes en las últimas décadas, llegó horas después de que las autoridades lanzasen una ofensiva que se saldó con el arresto de dirigentes locales y la suspensión de los servicios de telefonía o Internet.
Las tensiones se dispararon desde el viernes, a raíz de que las autoridades indias emitieron una alerta por posibles atentados contra el santuario hindú de Amarnath. Miles de turistas, peregrinos y trabajadores abandonaron Cachemira ante una posible violencia que India atribuye a milicias afincadas en Pakistán.
El Ministerio de RR.EE. paquistaní rechazó estas acusaciones y sostuvo que "las limitaciones en Amarnath y el despliegue de tropas adicionales bajo pretextos infundados están destinados a desviar la atención internacional de los intentos de cambiar la estructura demográfica en la Cachemira ocupada por India, así como la opresión estatal y las indignantes violaciones de los Derechos Humanos".