Un tribunal francés dictó una sentencia de 10 meses de prisión en suspenso contra la hermana del príncipe heredero saudita, Hassa bint Salman, acusada de haber ordenado a su guardaespaldas que golpeara a un plomero que realizaba obras en su departamento parisino en 2016.
Hija del rey Salman bin Abdulaziz y hermana mayor del príncipe heredero Mohamed bin Salman, la princesa de 42 años habría dado la orden al ver al trabajador tomando fotos dentro de la residencia real.
Además de la pena de cárcel, el tribunal la condenó a pagar una multa de
10.000 euros (11.000 dólares) por varios delitos, incluida complicidad en actos de violencia. La cifra asciende a
casi el doble de lo solicitado por la fiscalía, que había pedido a la corte una sanción de seis meses de prisión en suspenso y una multa de 5.000 euros (5.480 dólares).
15 minutos de terror
Los hechos ocurrieron el 26 de septiembre de 2016. Ashraf Eid, un fontanero de origen francés-egipcio, realizaba obras de renovación en la residencia parisina de la familia real saudita, en la lujosa avenida Foch, cerca de los Campos Elíseos.
El hombre explicó a los investigadores que tomó fotos con su celular a uno de los baños donde le habían pedido que reparar un lavamanos, para poder recordar la ubicación de los muebles al momento de devolver las cosas a su lugar una vez terminada su labor.
Sin embargo, al darse cuenta de la acción del plomero, la princesa lo acusó de haber tomado las imágenes para venderlas a los medios de comunicación y llamó a su guardaespaldas, Rani Saidi. "La princesa notó que su cara salía reflejada en el baño y que había sido filmada. Ella me llamó perro y llamó al guardaespaldas diciendo en árabe, 'quítale su celular. Me grabó'", dijo el plomero a la policía.
"La princesa notó que su cara salía reflejada en el baño y que había sido filmada. Ella me llamó perro y llamó al guardaespaldas"
Ashraf Eid, plomero
El obrero describió ante los jueces 15 minutos de terror, durante los cuales la princesa habría dicho
"hay que matar a este perro, no merece vivir". Según detalló, el guardaespaldas le habría amarrado las manos a la espalda y lo habría obligado a arrodillarse para besar los pies de la mujer. "Verás cómo se le habla a una princesa, cómo se le habla a la familia real", le habría dicho ella, según el relato de Eid.
Luego de tres horas, el fontanero pudo finalmente salir del departamento, pero sin su teléfono, pues el guardaespaldas lo rompió durante el altercado y no se lo devolvió.
Por su parte, Saidi, indicado como perpetrador del ataque, ha negado cualquier acto de violencia, pese a los rastros de lesiones en las muñecas y los moretones en el rostro del demandante, al que un médico le prescribió cinco días de reposo. "Cuando oí a la princesa gritar pidiendo ayuda, fui hacia donde estaban, los vi tomarse de las manos, con el teléfono. Agarré (al plomero), lo controlé, no conocía sus intenciones", explicó el encargado de la seguridad de la heredera en sus viajes a Europa y Estados Unidos.
Además, justificó su vigilancia frente a la curiosidad de la prensa rosa y al riesgo de chantaje contra la familia real saudí, para la que trabaja desde hace 20 años.
Acusaciones "fantasiosas"
Este jueves, Hassa bint Salman no estuvo presente para escuchar el veredicto del caso. Tampoco se presentó a las audiencias de su juicio que se celebró en julio, ya que luego del incidente decidió dejar el país. Por ello, fue enjuiciada "in absentia" y ahora, tras recibir su sentencia por los delitos de apropiación ilegal, robo del celular del plomero y complicidad en actos de violencia, tiene pendiente una orden de arresto en su contra.
En tanto, Saidi fue condenado a ocho meses de prisión en suspenso y a una multa de 5.000 euros (5.480 dólares), de acuerdo con las recomendaciones de los fiscales.
El abogado de la mujer, Emmanuel Moyne, anunció que apelará a la resolución, alegando que no existe "ninguna prueba concreta" de esta agresión, que su clienta fue condenada únicamente en base a "acusaciones infundadas". "No hubo robo y, además, no hubo violencia. Todos los hallazgos de los investigadores y los certificados médicos demuestran que las acusaciones hechas por Eid son fantasiosas", dijo, según recoge el diario La Vanguardia de España.
No es la primera vez que la familia real saudita se enfrenta a problemas con la Justicia, en especial en Francia. En marzo de 2013, un tribunal francés ordenó la confiscación de bienes adquiridos en el país europeo por
Maha al Sudairi, la esposa del ex príncipe heredero, Nayéf bin Abdulaziz (murió en junio de 2012), debido a facturas impagas en un hotel de lujo por un total de 6 millones de euros (poco más de 6,6 millones de dólares).
Además, la polémica surge a casi un año del asesinato en la embajada de país en Estambul del periodista saudí, Jamal Kashoggi, crimen en el cual, según estiman diversos investigadores internacionales, el actual príncipe heredero, Mohamed bin Salman, habría estado involucrado.