La provincia canadiense de Quebec impondrá un impuesto a quienes no estén vacunados contra el Covid-19, para compensar su costo desproporcionado para el sistema de atención médica y alentar a más personas a vacunarse.
El primer ministro de Quebec, François Legault señaló a la composición de las hospitalizaciones en cuidados intensivos en Quebec como el impulsor del impuesto. Los quebequenses no vacunados representan solo el 10% de la población adulta de la provincia, pero comprenden aproximadamente la mitad de los ingresados con la enfermedad, afirmó el primer ministro.
“Es una cuestión de equidad”, declaró. “En este momento, estas personas suponen una carga muy importante para nuestra red de atención médica. Creo que es normal que la mayoría de la población esté pidiendo que haya una consecuencia”.
La dolorosa quinta ola de la pandemia ha abrumado los hospitales de Quebec y la imposición de restricciones estrictas por parte del gobierno. El lunes por la noche, el director de Salud Pública de la provincia, Horacio Arruda, renunció, citando una erosión del apoyo público en sus explicaciones de las medidas de cierre.
El impuesto a los no vacunados
El impuesto será por una cantidad “significativa”, dijo Legault, mientras ofreció algunos detalles adicionales sobre una política que sería la primera en Canadá. El gravamen no se aplicará en los hospitales a cambio de servicios de salud, sino que será más como la prima que pagan los residentes de Quebec por el seguro público de medicamentos recetados, que se recauda a través de las declaraciones de impuestos sobre la renta.
El gobierno aún está estudiando cuestiones legales en torno al impuesto, pero aquellos con razones médicas válidas estarán exentos, comunico Legault en una conferencia de prensa el martes.
En las redes sociales, el jefe de gabinete de Quebec, Martin Koskinen, tuiteo una defensa de acusar a los no vacunados. “Para evitar pagar una tasa de salud o una multa por COVID, existe una solución simple: una vacuna gratuita y accesible”, escribió. “Tenemos derechos, pero también responsabilidades. El debate democrático sobre esta cuestión será fascinante”.
La caída al Dr. Horacio Arruda y entrada del Dr. Luc Boileau
El nuevo impuesto eclipsó la partida del Dr. Arruda, Director de Salud Pública de Quebec durante mucho tiempo, quien renunció el lunes después de 22 meses tumultuosos ayudando a liderar la respuesta de la provincia a la pandemia.
En los primeros días de la crisis, el Dr. Arruda era una personalidad popular y pintoresca, cuyas gesticulaciones, ropa vistosa y charla sobre tartaletas portuguesas ayudaron a tranquilizar a los quebequenses en un momento aterrador.
Pero a medida que aumentaba el número de muertos y pasaban los meses, el público se enfadó con su estilo y llegó a dudar de algunos de sus consejos. La quinta ola del virus obligo a Quebec a imponer un toque de queda por segunda vez y el doctor vio crecientes llamadas para su partida. En una carta de renuncia, el Dr. Arruda reconoció que las dudas sobre su credibilidad científica habían erosionado el apoyo a las restricciones.
“Creo que es una cuestión de justicia para el 90 por ciento de la población que hizo algunos sacrificios (...) Creo que les debemos este tipo de medida”.
François Legault, primer ministro de Quebec
Al presentar a su jefe interino de salud pública - Dr. Luc Boileau, un veterano de la burocracia de salud pública de la provincia - Legault expuso su caso para imponer la medida fiscal en la lucha de Quebec contra el Covid-19. Señaló que la provincia aún planea expandir el uso de pasaportes de vacunación para incluir lugares como centros comerciales y peluquerías, pero que la mayoría vacunada amerita medidas aún más estrictas.
Cuando se le preguntó su posición sobre el impuesto, el Dr. Boileau dijo que la política se formuló antes de asumir el nuevo trabajo y que era demasiado pronto para que ofreciera una opinión.
La critica al impuesto sanitario
Algunos investigadores fueron muy críticos con hacer que los no vacunados paguen, argumentando que podría perjudicar a las personas desfavorecidas y ser difícil de hacer cumplir. El especialista en economía de la salud de la escuela de negocios HEC, Pierre-Carl Michaud, se preguntó acerca de aquellos que no pueden pagar la tarifa.
"Solo tengo este temor de que si la sanción se establece en un nivel muy alto, obviamente cambiará el comportamiento de las personas, pero vamos a tener este problema con las personas que no pueden pagar. Y, en mi opinión, probablemente haya mucha gente en esa situación”, argumentó. “Supongamos que ponen la multa en $5,000 o incluso en $1,000. Y obtienes a alguien en asistencia social, no vacunado, ¿qué haces con esa gente? ¿Vas a su casa y confiscas la comida de la nevera?".
Quebec no es la única jurisdicción que impone sanciones financieras a las personas que se niegan a vacunarse y no tienen una exención médica válida.
En diciembre, Austria dijo que las personas que no cumplan con el mandato de vacunas del país se les podría cobrar hasta aproximadamente $ 5,171 euros cada tres meses a partir de este año. En Grecia, el gobierno ordenó este mes vacunas para todas las personas mayores de 60 años, y las personas que se nieguen enfrentarán una multa mensual de $ 144 euros.
El impuesto de Quebec y como se relaciona con la Ley de Salud de Canadá
Si bien Legault dio a conocer pocos detalles el martes, parece que su política no entrará en conflicto con la Ley de Salud de Canadá, dijo Katherine Fierlbeck, presidenta del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Dalhousie que investiga la política y la gobernanza de la atención médica.
“Solo violaría la Ley de Salud de Canadá si se requiere en el punto de prestación del servicio, y si la falta de pago conduce a la denegación del servicio”, dijo la profesora Fierlbeck en un correo electrónico. Explico que el recargo para las personas que rechazan las vacunas Covid-19 propuesto por Quebec, es similar al modelo de prima de salud que aplican provincias como Ontario además de los impuestos provinciales. Bajo ese modelo, el Prof. Fierlbeck dijo que la sanción por no pagar es la sanción por no pagar impuestos.
“Los servicios no se niegan, por lo que no hay violación”
Katherina Fierlbeck, presidenta del departamento de ciencias políticas de la Universidad de Dalhousie
La profesora Fierlbeck dijo que la política de Quebec no es tan severa como un mandato, pero aumenta la presión sobre las personas que hasta ahora han rechazado una vacuna. Añadió que presentará cuestiones de equidad dependiendo de si se aplica en una escala móvil basada en los ingresos y si se aplica por igual a las personas sin importar su riesgo de contraer Covid-19 y obtener resultados graves.
En una breve declaración el martes por la noche, un portavoz del ministro de Salud federal, Jean-Yves Duclos, dijo que el gobierno está revisando el anuncio de Quebec y se centró en lo que puede hacer a nivel nacional para aumentar la cobertura de vacunación.
“Las provincias y territorios seguirán tomando decisiones sobre sus propias medidas de salud pública que están dentro de su jurisdicción”, dijo la portavoz Marie-France Proulx.
