Los objetivos de Vladimir Putin, la resistencia ucraniana, la participación de Occidente y las consecuencias que podría tener la guerra para el resto del mundo, son parte de los puntos claves para entender la evolución que ha tenido la invasión de Rusia a Ucrania, según el análisis realizado por el historiador de origen israelí, Yuval Noah Harari.
En conversación con la organización de conferencias TED, el también escritor y autor de varios libros como "21 lecciones para el siglo XXI" o "Sapiens: De animales a dioses", planteó que los objetivos del Presidente ruso se han visto frenados por la resistencia ucraniana y por la participación de Occidente en el conflicto.
Bajo ese contexto, Noah Harari explicó que el concepto de unión entre las naciones ha sido clave para intentar frenar el conflicto, pues expone que "si Rusia quería dividir a Europa y la OTAN, está consiguiendo exactamente lo contrario", ya que "incluso se ven países como Finlandia o Suecia enviando armas y cerrando su espacio aéreo. No lo hicieron ni para la Guerra Fría".
En ese sentido, el historiador afirmó que el actual enfrentamiento entre Rusia y Ucrania podría derivar en la solución de otros conflictos, pues "lo que estaba dividiendo a Occidente en el último tiempo es la llamada 'guerra cultural'. La guerra cultural entre la izquierda y la derecha, entre liberales y conservadores".
"(La invasión) puede ser la oportunidad de terminar con la guerra cultural en Occidente, hacer la paz en esta guerra cultural, primero que nada, porque nos damos cuenta que estamos todos unidos en esto, hay cosas mucho más grande e importantes en el mundo que esos argumentos entre izquierda y derecha en las democracias Occidentales", se explayó.
"Es un recordatorio de que debemos estar unidos para proteger las democracias liberales de Occidente. Pero es aún más profundo que eso: muchos de los argumentos entre izquierda y derecha parece ser una contradicción entre liberales y nacionalistas, es como si hubiera que elegir y la derecha va con el nacionalismo y la izquierda va con el liberalismo y Ucrania es un recordatorio de que no, ambas en realidad van juntas. Porque el valor principal es la libertad en Occidente y eso es lo que se está viendo amenazada", añadió.
Los objetivos de Putin
Para entender cuál era el objetivo del Presidente ruso a la hora de ordenar el ataque, Noah Harari explicó que los "ucranianos no son rusos y que Ucrania es una antigua nación independiente. Ucrania tiene una historia de más de 1000 años. Kiev era una importante metrópolis y centro cultural cuando Moscú ni siquiera era un pueblo. Durante la mayor parte de estos mil años, Kiev no estuvo gobernada por Moscú, no formaron parte de la misma entidad política".
En esa línea, el historiador sostuvo que una cuestión clave, "al menos para el Presidente Putin, es si Ucrania es una nación independiente, si es una nación. Tiene esta fantasía de que Ucrania no es una nación, que Ucrania es solo una parte de Rusia". Y es bajo este punto que nace la "fantasía" de Putin que deriva en el ataque contra su vecino.
"En su fantasía, los ucranianos son rusos que quieren volver al redil de la Madre Rusia, y que los únicos que lo impiden es una pandilla muy pequeña en la parte superior a la que retrata como nazis. Y su creencia era, al menos, que solo necesita invadir, que Zelenski huirá (Presidente de Ucrania), el gobierno se derrumbará, el ejército depondrá las armas y el pueblo ucraniano dará la bienvenida a los libertadores rusos, arrojándoles flores", expuso.
De esa forma, para el escritor esa "fantasía ya se ha hecho añicos". Pues, el Presidente ucraniano, "no se ha ido, el ejército ucraniano está luchando y el pueblo ucraniano no está arrojando flores a los tanques rusos, está lanzando cócteles molotov".
Sin embargo, acorde con Noah Harari, la resistencia ucraniana no ha sido el único punto en contra de la "fantasía de Putin", ya que a lo anterior se suma que "el pueblo ruso no está interesado en esta guerra, no creo que el pueblo ruso quiera conquistar Ucrania o masacrar a los ciudadanos de Kiev. Todo viene desde arriba, de modo que no hay cambio allí. Quiero decir, cuando miras a la Unión Soviética, puedes decir que existía esta ideología de masas, que era compartida por una gran proporción o una parte de la población. No ves esto ahora".
"Rusia es un país muy rico, rico en recursos, pero la mayoría de la gente es muy pobre, muy humilde, porque toda la riqueza y el poder son absorbidos por la gente de arriba, y queda muy poco para todos los demás. Entonces, no creo que sea una sociedad donde las masas sean parte de este tipo de proyecto ideológico. Están siendo gobernados desde arriba", agregó.
"El pueblo ruso no está interesado en esta guerra, no creo que el pueblo ruso quiera conquistar Ucrania o masacrar a los ciudadanos de Kiev. Todo viene desde arriba, de modo que no hay cambio allí. Quiero decir, cuando miras a la Unión Soviética, puedes decir que existía esta ideología de masas, que era compartida por una gran proporción o una parte de la población. No ves esto ahora".
Yuval Noah Harari
Bajo ese contexto, explicó que lo anterior no significa que Rusia "vaya a sufrir una derrota militar inmediata. Definitivamente tiene el poder militar para conquistar Kiev y quizás toda Ucrania. Desafortunadamente, podemos ver esto, pero su objetivo a largo plazo, toda la lógica de la guerra, es negar la existencia de la nación ucraniana y absorberla en Rusia. Y para ello, no basta con conquistar Ucrania".
Según el escritor, el Gobierno ruso también debería "mantener" a Ucrania, "y todo se basa en esta fantasía, en esta apuesta, que la mayoría de la población en Ucrania estaría de acuerdo con esto, incluso lo agradecería. Y ya sabemos que esto no es cierto, que los ucranianos son una nación muy real: son ferozmente independientes, no quieren ser parte de Rusia, lucharán como locos".
"Todos sabían que el ejército ruso es mucho más fuerte que el ejército ucraniano, todos sabían que la OTAN no enviará fuerzas armadas a Ucrania, tropas a Ucrania. Todo el mundo sabía que Occidente, los europeos, dudarían en imponer un régimen de sanciones demasiado estricto por temor a verse perjudicados por él. Y esta fue la base del plan de guerra de Putin, pero había una gran incógnita. Nadie podía decir con certeza cómo reaccionaría el pueblo ucraniano", explica.
"Ahora sabemos que los ucranianos están luchando, lucharán. Y esto descarrila todo el fundamento de la guerra de Putin, porque tal vez pueda conquistar el país, pero no podrás absorber a Ucrania de nuevo en Rusia. Lo único que está logrando es plantar semillas de odio en los corazones de cada Ucrania, cada ucraniano asesinado, cada día que continúa esta guerra hay más semillas de odio, que pueden durar generaciones. Los ucranianos y los rusos no se odiaban antes de Putin, son hermanos, ahora los está haciendo. Y si sigue, este será su legado", concluye.
Alemania y lo particular del conflicto
Un punto clave para contener el conflicto, acorde con Noah Harari es el rol de Alemania. En esa línea, el experto afirmó que es importante trasmitirles el siguiente mensaje: "Realmente me gustaría decirles a los alemanes 'por favor, ya sabemos que no son nazis. No necesitan probar una y otra vez que no son nazis porque ya lo sabemos'".
"Lo que necesitamos ahora es que Alemania se levante y sea un líder y que esté a la vanguardia de esta de esta lucha por la libertad. Porque a veces los alemanes tienen miedo de que si hablan fuerte o toman las armas todos les van a decir nazis otra vez. No, no creemos eso ya", aseguró.
"Realmente me gustaría decirles a los alemanes 'por favor, ya sabemos que no son nazis. No necesitan probar una y otra vez que no son nazis porque ya lo sabemos'"
Yuval Noah Harari
Por todo lo anterior, el historiador planteó que, en comparación a otros conflictos, lo que hace única esta guerra es que "tenemos aquí algo que no veíamos desde 1945: un poder dominante tratando de borrar del mapa a un país independiente".
Para explicar aquello, el escritor recordó que "cuando EE.UU. invadió Afganistán o Irak, se pueden decir muchas cosas sobre esa invasión y criticarlas de muchas maneras, pero no había duda de que EE.UU. no quería anexar Irak o transformar Irak en el estado número 51 y eso es lo que ocurre en Ucrania: se lo quiere anexar a Rusia".
"Si eso sucede, nos llevará de vuelta a una era de guerra. Las fronteras son sagradas. Porque si empezamos a invadir países vecinos, la cosa no terminará nunca. Y si eso pasa en Ucrania, será el principio de una escala de ese tipo a nivel mundial", agregó.
Finalmente, lo otro particular sobre este conflicto es "que estamos hablando de superpotencias. Esto no es Hezzbolah contra Israel. Esto es potencialmente una guerra entre Rusia y la OTAN, y aún dejando de lado las armas nucleares, esto desestabiliza la paz en todo el mundo y vuelvo al tema de los presupuestos: si se empieza a subir el presupuesto en defensa en un país, empezará en todo el mundo y eso será a cambio de menos salud, educación y otros temas sociales".