, lo que supone su reapertura formal tras más de dos años y un primer paso para reavivar su industria turística castigada por la pandemia de covid-19.
Las autoridades niponas permitirán en principio la llegada
solo de grupos de turistas organizados y supervisados, procedentes de 98 países en los que considera que el riesgo epidémico es bajo, entre ellos Estado Unidos, Reino Unido, España, Corea del Sur o China.
El viaje se permite
solo si se contrata a través de agencias autorizadas que estén registradas en el archipiélago nipón, y que pueden desde este viernes comenzar los procedimientos pertinentes para solicitar los visados turísticos para los visitantes.
Japón mantiene suspendidos los acuerdos bilaterales que ha firmado con multitud de territorios para la exención de visados para visitas de corta duración (hasta 3 meses) y requiere actualmente, en el marco de la pandemia, un documento válido para entrar en el país.
Las autoridades locales esperan que la llegada a gran escala de turistas comience realmente a finales de mes, como pronto, dado que
lleva varios días completar los procedimientos necesarios, lo que incluye el registro de los datos de los solicitantes en un sistema informatizado y la expedición de los visados.
Desde la agencia de viajes JTB, la mayor de Japón, consideran que la entrada podría empezar realmente en julio, señaló a Efe una portavoz de la firma, que dijo que desde el anuncio de la reapertura han recibido consultas sobre todo desde Europa, EE.UU. y Australia.
La principal patronal japonesa, Keidanren, y varias Cámaras de Comercio en el país, entre ellas las de Francia, Alemania, Canadá o la Unión Europea (UE), críticas con el proceder del Gobierno, dieron la bienvenida a las nuevas condiciones, pero pidieron un aperturismo mayor "que facilite un entorno en el que las personas, los bienes, el dinero y las tecnologías digitales puedan moverse libremente".
Pese a esta reapertura formal,
es previsible que Japón tarde un tiempo en levantar todas las restricciones para los viajeros, pues el Gobierno teme un resurgimiento de los contagios que podría ser inoportuno antes de una importante cita electoral en julio.
Entradas diarias limitadas
"Nos esforzaremos para restaurar la demanda turística equilibrando las medidas antivíricas con las actividades socioeconómicas", dijo hoy en rueda de prensa el ministro nipón de Transporte y Turismo, Tetsuo Saito.
Los visitantes extranjeros suponen un importante componente en la industria turística nipona, dado que gastan más "per cápita" que el turista japonés que se mueve dentro del país. En 2019, antes del estallido de la pandemia, el impacto económico del turismo foráneo rondaba los 5 billones de yenes (más de 33.000 millones de euros).
El portavoz gubernamental, Hirokazu Matsuno, reconoció que no saben cuándo empezará a notarse la reactivación turística, dado que
actualmente el número de entradas diarias al archipiélago está limitado a 20.000 personas, que esperan aumentar progresivamente.
Japón ha ido aliviando sus medidas epidémicas desde marzo. La flexibilización más reciente entró en vigor el 1 de junio, cuando el cupo diario de entrada se elevó a la cifra actual y se relajaron los controles fronterizos para eximir a buena parte de los recién llegados de someterse a una PCR al llegar y a cuarentena.
Aun así, ninguno de los países del G7 ni de las grandes potencias del mundo en general, salvo China, mantienen unas medidas tan restrictivas como las niponas, que evitan en la práctica el libre turismo.
Vigilancia continua
Además de la limitación de llegadas, el Gobierno nipón ha elaborado unas encorsetadas directrices para turistas, que incluyen la
contratación de un seguro médico antes del viaje, que se haga cargo de los gastos médicos en caso de contraer covid,
llevar mascarilla en todo momento y desinfectarse las manos frecuentemente.
Las agencias se encargarán de tramitar los visados turísticos y actuar de garantes. Llevarán un registro de los recorridos, incluidos los lugares visitados y donde se sentaron en el transporte público, a través de un guía que viajará con el grupo en todo momento.
En el caso de que una persona del grupo dé positivo en covid, se le trasladará a un centro médico y
tanto él como sus contactos cercanos verán concluida su visita. También
podría cancelarse el viaje para los visitantes que se salten las normas establecidas.
Japón se había propuesto atraer a unos 40 millones de visitantes para 2020, cuando iban a celebrarse originalmente los Juegos Olímpicos de Tokio, que se aplazaron durante un año por la covid.
El país recibió 4,1 millones de visitantes en 2020, tras los más de 31,8 millones de un año antes, según datos publicados por la Oficina Nacional de Turismo de Japón (JNTO).
En 2021 el número de extranjeros que llegaron al país, y que presumiblemente eran residentes o nuevos residentes, dado que en principio eran los únicos que tenían permitido entrar entonces, fue de 245.862 personas.