Un militar del Ejército argentino murió tras una fiesta de bienvenida en la provincia de Corrientes, norte del país, por lo que la institución suspendió a once oficiales supuestamente relacionados con el hecho ante la "presunta comisión de faltas gravísimas", mientras la justicia federal investiga el caso, informaron fuentes oficiales.
El subteniente Matías Chirino, de 22 años, fue encontrado inconsciente en su cuarto del cuartel del grupo de Artillería de Monte Nº 3 por sus compañeros, que lo trasladaron a un hospital de la ciudad correntina de Paso de Los Libres, donde falleció.
"La fiesta de bienvenida fue con un asado y evidentemente hubo un consumo exacerbado de alcohol. Según la información oficial se van a dormir y Matías se descompone", dijo el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, en declaraciones a Radio 10.
"Lo encuentran y llevan ante el médico, pero muere de broncoaspiración. Es inaceptable, en lo que viene a ser la recepción de un compañero de trabajo, que haya habido excesos. Acá hubo una deformación y abuso del mando", agregó el ministro de Defensa.
De acuerdo con un comunicado del Ejército argentino, el jefe del estado mayor y general de división, Guillermo Pereda, ordenó la intervención de la Justicia Militar para esclarecer el hecho.
"En función al citado cuerpo normativo, ya se ha procedido a la suspensión del servicio, en forma preventiva, de todo el personal involucrado en los hechos que son motivo de investigación, entre ellos 11 oficiales, ante la presunta comisión de faltas gravísimas", señala la nota de prensa.
Además, la organización militar indicó que continúan a disposición del Juzgado Federal de Paso de los Libres, que está a cargo de la causa.
Por su parte, Taiana afirmó: "Tolerancia cero en estos casos. Desde el punto de vista militar y administrativo hay una responsabilidad clara del oficial de mayor antigüedad".
Antecedentes
El país sudamericano posee antecedentes de situaciones similares.
El caso más emblemático fue el del recluta Omar Carrasco en 1994, que llevó al Gobierno de entonces a poner fin al servicio militar obligatorio en Argentina.
Carrasco murió de un hemotórax producto de una golpiza o "baile", según el eufemismo de la jerga militar de la época, propinada por dos conscriptos y con la venia de un superior.
El joven fue reportado como "desaparecido" y "desertor" por parte de las fuerzas militares luego de tres días después de haber salido sorteado para realizar el servicio militar en el grupo de artillería Nº 161 de la provincia de Neuquén.
El proceso judicial dictaminó que el cadáver fue escondido en el cuartel durante más de 20 días y trasladado a un campo, antes de que se informara su aparición.
El caso terminó con dos de los tres condenados liberados en el año 2000 y el último acusado terminó de cumplir su pena en 2009, cuatro años después de que la causa prescribiera dejando a otros siete militares suspendidos.
