El desembarco en Taiwán este martes de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, sumó más tensión a una relación ya compleja entre Washington y China. A pesar de que desde la Casa Blanca han intentado bajarle el perfil a la situación, Beijing ha prometido "acciones militares selectivas" en respuesta, lo que tiene la mirada mundial sobre las acciones que tomen ambos países en los próximos días.
Según explica a Emol el analista internacional de la Universidad del Desarrollo Guido Larson, este es "un hito adicional en las relaciones ya distantes entre China y Estados Unidos, distancia que se ha ido acrecentando con el tiempo. Biden y el gobierno de EE.UU, conciben que existe una oportunidad de aminorar la proyección de imagen que realiza China".
"Es un riesgo naturalmente calculado, y en donde creo yo que la consecuencia que tendrá esta situación es
tensionar aún más las relaciones. Es una tensión que puede tener efectos nocivos desde el punto de vista económico y por qué no, militar", asevera el académico.
El origen de esta disputa, y por qué la llegada de Pelosi molesta tanto a China, tendría relación con la historia de ese país con respecto a Taiwán y su soberanía.
"La República Popular China lleva décadas defendiendo el argumento de que no existen dos Chinas en el mundo y que, por lo tanto, Taiwán es una provincia que ha estado 'en rebeldía' desde 1949 hasta hoy. El punto es que, en la práctica, Taiwán es completamente autónomo, con un gobierno propio y democrático, así como una economía próspera basada en el intercambio comercial y el desarrollo tecnológico", explica Alberto Rojas, director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae.
"Desde la década de 1970, Estados Unidos ha reconocido y respetado el planteamiento de China. Pero, al mismo tiempo, Washington no ha cortado sus lazos con la isla. EE.UU. mantiene un intercambio comercial fluido y todos los años le vende millones de dólares en armas a Taiwán, lo que para China es una violación a su soberanía,
ya que lo que ve es que el gobierno estadounidense le vende armas a una provincia china. Y eso genera la constante queja de China", agrega el analista.
Por ese motivo, la visita de Pelosi -la tercera figura política más importante del gobierno estadounidense- es vista por China como una "provocación" que rompe ese statu quo vigente desde el siglo pasado, de acuerdo con Rojas.
Qué acciones puede tomar China
Dado que desde el Gobierno chino han anunciado que la visita de la presidenta de la Cámara de Diputados puede tener consecuencias "atroces", e incluso han prometido acciones militares selectivas, la pregunta es qué decisiones puede tomar el país asiático ante lo que ellos consideran "una amenaza".
Para Larson, "China siempre ha reaccionado con enorme grado de retórica, no solo con relación a Taiwán", pero habría tres alternativas sobre la mesa: una demostración de fuerza, como "movilizar tropas a la frontera, ejercicios de carácter militar o violar de forma deliberada el espacio aéreo taiwanés".
"Xi Jinping nunca había sido explícito respecto de cuándo Taiwán iba a reintegrarse a China. Eventualmente uno puede imaginar que coloque una suerte de trayecto a partir del cual Taiwán vuelva a ser reintegrado"
Guido Larson
Otra sería "profundizar las sanciones económicas con dirección a los estadounidenses", plantea Larson. Y la última, según dice el académico, podría ser más "de carácter retórico político".
"Xi Jinping nunca había sido explícito respecto de cuándo Taiwán iba a reintegrarse a China. Eventualmente uno puede imaginar que coloque una suerte de trayecto a partir del cual Taiwán vuelva a ser reintegrado", explica.
¿En peligro la seguridad global?
En cualquiera de esos casos, Larson no ve un evidente peligro para la seguridad mundial por el momento, pues "la guerra no va a comenzar, a mi juicio, producto de decisiones políticas, pero sí puede comenzar un conflicto producto de accidentes que generen unas situaciones en terreno y deriven en un conflicto militar".
Para Rojas, "la posibilidad de que el viaje de Pelosi sea la chispa que encienda un conflicto militar convencional
aún se ve lejana, lo que no significa que esto no vaya a tener consecuencias. Estados Unidos ha cruzado la 'línea roja' que China le pidió que no traspasara y eso podría tener implicancias en diferentes aspectos".
Uno de esos sería el aumento de la polarización al interior del Consejo de Seguridad de la ONU, "lo que hará más difícil la convivencia de sus miembros y la resolución de conflictos", plantea el analista.
Otro punto que podría estar en disputa, según Rojas: el apoyo de Xi Jinping a Vladimir Putin en el conflicto entre Rusia y Ucrania, dado que EE.UU. le había advertido a China que no lo respaldara, pero aquello podría cambiar en el corto plazo.
"Asimismo, este episodio podría llevar a China a reevaluar su estrategia frente a Taiwán. La opción militar siempre ha estado presente, pero se ha visto como muy lejana, apostando por un acercamiento más diplomático. Si China se siente amenazada, podría tomar otro curso de acción, obligando a Estados Unidos a definir su apoyo a Taiwán", concluye Rojas.