El ex Presidente de Brasil
Luiz Inácio Lula da Silva y el actual Mandatario,
Jair Bolsonaro, se enfrentarán el próximo 30 de octubre en la
segunda vuelta presidencial, tras obtener los dos primeros lugares en los comicios de este domingo, con un resultado mucho más estrecho de lo que vaticinaban las encuestas desde hace semanas.
Con el 97,99% de las mesas escrutadas, Lula lideró las preferencias con el 48,01%, seguido por Bolsonaro, con el 43,56%, una diferencia de más de 5 millones de votos.
En el tercer lugar figura la senadora Simone Tebet con el 4,20% de los votos, seguida por el ex gobernador Ciro Gomes (3,05%).
Si bien se esperaba el primer lugar del líder del Partido de los Trabajadores (PT),
Jair Bolsonaro rompió con todos los pronósticos que le daban una votación cercana al 35%. Incluso, desde el comando de su adversario abogaban por una victoria en primera vuelta.
Este resultado más ajustado del esperado le da un nuevo aire al Presidente brasileño, que con esto espera sumar más fuerzas para poder derrotar a Lula en el balotaje y así quedarse con la reelección.
Aquí los electores de Simone Tebet y Ciro Gomes serán clave, ya que ambos candidatos sumaron más de 8 millones de votos, los que ciertamente podrían definir la elección del 30 de octubre.
Una jornada intensa
Pese a esta victoria preliminar, los adherentes de Lula sufrieron al principio. Una vez cerrados los locales de votación a las 17:00 horas, comenzó el conteo de los votos, que partió dándole el primer lugar a Bolsonaro, situación que se extendió las primeras tres horas.
El Mandatario partió liderando con el 48% de los votos, mientras que su adversario marcaba en torno al 43%. Sin embargo, con el paso de los minutos y a medida que llegaban resultados de otras partes de Brasil, el líder del PT logró alcanzar al dirigente derechista y luego superarlo.
Sin embargo, esto no fue suficiente para lograr el anhelado 50% más 1 de los votos que le hubiera dado el triunfo en la primera vuelta, por lo que será necesario ir a un balotaje.
Las elecciones de este domingo se celebraron en medio de un clima electoral bastante polarizado, con diversas acusaciones entre un sector y otro desde que comenzó la campaña presidencial.
Asimismo, el Presidente Bolsonaro lleva meses poniendo en duda el voto electrónico en el país, deslizando la posibilidad de un fraude, lo que ha sido categóricamente rechazado por las autoridades electorales.