El obispo, de 56 años, también fue inhabilitado de forma perpetua para ejercer la función pública.
AFP
El obispo nicaragüense Rolando José Álvarez Lagos, muy crítico con el Gobierno del presidente Daniel Ortega y quien se negó a ser desterrado junto con otros presos políticos, fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión, despojado de su nacionalidad y se suspendieron sus derechos ciudadanos de por vida.
La condena contra el alto jerarca de la Iglesia fue dictada un día después de que éste rechazara subirse al avión que lo llevaría –junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses– hacia Estados Unidos, lo que provocó la furia del Presidente Ortega, quien lo calificó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno".
"Está desquiciado, pero bueno, eso ya lo deberán determinar las autoridades judiciales y las autoridades médicas que tendrán también que atenderlo, porque ahora que llegó a la (cárcel) modelo, llegó que era un energúmeno", lanzó Ortega en cadena nacional. El Mandatario también informó que el obispo fue trasladado desde su residencia –donde guardaba prisión domiciliar desde agosto pasado– hacia una prisión de máxima seguridad.
Un día después, y pese a que el juicio estaba programado para el próximo 15 de febrero, una jueza nicaragüense declaró al religioso "traidor a la patria" y autor de cuatro delitos en perjuicio de la sociedad y el Estado de Nicaragua.
Álvarez, de 56 años, es el primer obispo arrestado, acusado y condenado desde que Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007.
Despojado de su nacionalidad y sus derechos civiles
"Téngase al acusado Rolando José Álvarez Lagos como traidor a la patria", señala la sentencia dictada por la jueza del juzgado segundo distrito penal de juicio de Managua, Nidia Camila Tardencilla, que fue leída por el magistrado Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Managua.
Además, el obispo fue inhabilitado de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre o al servicio del Estado de Nicaragua, así como postular a cargos de elección popular.
"Del mismo modo se declara la pérdida de los derechos ciudadanos del condenado, misma que tendrá carácter perpetuo, todo esto por ser autor del delito de menoscabo de la integridad nacional en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense", según el fallo.
Asimismo, la jueza declaró "la pérdida de la nacionalidad nicaragüense" a Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa.
Según la sentencia, el obispo permanecerá en prisión hasta el 13 de abril de 2049. Además de esta condena, la jueza lo sancionó con 800 días multa (1.555 dólares).
La jueza declaró culpable al jerarca por ser autor de los delitos de menoscabo a la integridad nacional, propagación de noticias falsas a través de la tecnologías de la información y la comunicación, obstrucción de funciones agravada y desobediencia o desacato a la autoridad, todo en perjuicio de la sociedad nicaragüense y el Estado de Nicaragua.