Ayuda humanitaria, contención del conflicto y refugiados: Los puntos claves que se negocian en medio de la crisis de Gaza

Las negociaciones para lograr la desescalada o atenuar la crisis de Gaza necesitan conjugar difíciles propuestas: abrir corredores humanitarios en la Franja, sacar extranjeros del territorio palestino bajo fuego israelí, contener la respuesta del Estado judío, evitar la extensión de la violencia y condenar el terrorismo de Hamás.

Egipto y Jordania lideran la respuesta mediadora árabe a este cruce de intereses, como países que mantienen relaciones con Israel, mientras que Estados Unidos y todo su poder político encabezado por su Presidente Joe Biden, que llegará a la región mañana miércoles, y su secretario de Estado, Antony Blinken, marcan la defensa de un Israel que solo encuentra amigos lejos de Medio Oriente.

Estas son algunas de las claves de lo que está pasando en el campo diplomático.

La firmeza árabe

• Antony Blinken llegó a la región hace cinco días con la intención de respaldar a Israel, pero ha encontrado un fuerte rechazo en el mundo árabe a las acciones israelíes.
• El representante de Washington incluso ha recibido desaires, según la prensa estadounidense, como que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán le hizo esperar casi un día entero.
• En Tel Aviv, Blinken enfatizó el derecho inalienable de Israel a defenderse del terrorismo y advirtió sobre desestabilización en la región, sin abordar otras cuestiones.
• En sus visitas a Jordania, Qatar, Bahréin, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, su enfoque cambió.
• En el mundo árabe, Blinken comenzó a hablar de proteger a los civiles palestinos y garantizar la entrega de ayuda humanitaria para Gaza, siguiendo la sugerencia del presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi.
Antony Blinken en su regreso a Jordania el 17 de octubre. | AP


• El rechazo en el mundo árabe a los indiscriminada represalia de Israel en Gaza es unánime.
• Todos condenan los ataques a civiles, lo que implica un rechazo a las acciones de Hamás que desencadenaron la crisis.
• Sin embargo, también se destaca la responsabilidad de Israel en la escalada y las violaciones de los derechos humanos en Gaza.
• Por ahora, Israel se ha negado a restringir en modo alguno su represalia.

El paso de Rafah

• Una clave de las negociaciones es el paso de Rafah, la única vía de acceso y salida de la Franja de Gaza que no está bajo control israelí.
• Varios países occidentales pretenden evacuar a sus ciudadanos sitiados en Gaza a través de este paso.
• Egipto no permite la salida de estas personas, hasta que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
Un camión con ayuda humanitaria detenido en Rafah. | EFE


• Israel no ha autorizado la entrada de alimentos, agua, combustible y medicamentos a pesar de los anuncios de apertura por parte de Estados Unidos.
• EE.UU. ha pasado de asumir la evacuación de sus ciudadanos a hablar de "establecer mecanismos" conjuntos para la entrada de ayuda humanitaria.
• Por ahora, la ayuda humanitaria permanece acumulada en la frontera.

Refugiados

• Egipto recibe presiones de Israel y sus aliados para abrir sus fronteras y permitir la entrada de refugiados de la Franja de Gaza.
• Potencialmente la cifra de refugiados puede ser de cientos de miles.
• Ni Egipto ni otros países árabes consideran esta opción debido al riesgo de una "limpieza étnica" en Gaza y la posibilidad de que los refugiados no puedan regresar a sus hogares.
• Egipto inicialmente propuso acoger a los refugiados de Gaza en una zona protegida dentro del enclave, pero Israel rechazó la propuesta.
Imagen de la destrucción en Jabalia, en la Ciudad de Gaza. | AFP


• Los egipcios también carecen de la capacidad económica para establecer un campo de refugiados que pueda albergar a tantas personas a corto o largo plazo.
• El mundo árabe también rechaza la idea de que Egipto sea responsable de acoger a estos refugiados.
• Comentaristas en medios árabes sugieren que si Occidente está preocupado por los refugiados palestinos, deberían detener los ataques israelíes o llevar a un millón de ellos a sus propios países.