El convoy fue atacado cuando salía de un almacén donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de ayuda humanitaria alimentaria.
EFE
Un aparente ataque israelí mató a seis cooperantes internacionales de World Central Kitchen y a su conductor palestino, según indicó el grupo de ayuda el martes, lo que podría ser un importante revés para los esfuerzos de llevar ayuda por mar a Gaza, donde la ofensiva israelí contra Hamás ha puesto a cientos de miles de palestinos al borde de la hambruna.
La organización benéfica, fundada por el afamado cocinero José Andrés,
dijo que suspendería de inmediato sus operaciones en la región.
No fue posible verificar de forma independiente el origen del fuego en el incidente del lunes por la noche.
El ejército israelí expresó su "sincero pesar" el martes por las muertes y prometió realizar una investigación independiente.
El contralmirante Daniel Hagari, portavoz jefe del ejército, dijo el martes que las autoridades
analizaban lo ocurrido al más alto nivel. Se abriría una investigación independiente que "nos ayudará a reducir el riesgo de que vuelva a ocurrir un incidente así", señaló.
Había imágenes de los cuerpos de los muertos en un hospital de la localidad central gazatí de Deir al-Balah. Varios llevaban ropa de protección con el logotipo de la organización benéfica.
Los fallecidos son tres británicos, una australiana, un polaco y una persona con doble ciudadanía estadounidense y canadiense, según registros hospitalarios.
"
El equipo de WCK viajaba por una zona sin conflicto en dos vehículos blindados identificados con el logo de WCK
y un vehículo sin blindaje", indicó la organización en un comunicado.
La organización dijo que el equipo viajaba en una caravana de tres vehículos, dos de ellos blindados.
"Pese a coordinar los movimientos con (el ejército israelí),
el convoy fue alcanzado cuando salía del almacén de Deir al-Balah, donde el equipo había descargado más de 100 toneladas de ayuda humanitaria alimentaria llevada a Gaza por la ruta marítima", añadió el grupo.
"Esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que acuden a las situaciones más difíciles donde la comida se utiliza como arma de guerra".
Erin Gore, directora general de World Central Kitchen
Erin Gore, directora general de la organización, dijo que "
esto no es sólo un ataque contra WCK, es un ataque contra organizaciones humanitarias que acuden a las situaciones más difíciles donde la comida se utiliza como arma de guerra.
Esto es imperdonable".
Tres barcos de ayuda procedentes de Chipre llegaron el lunes con alrededor de 400 toneladas de alimentos y suministros, en un cargamento que fue organizado por WCK y los Emiratos Árabes Unidos. Fue el segundo envío del grupo, luego de que una embarcación descargó 200 toneladas de ayuda el mes pasado como parte de una prueba.
Las fuerzas armadas israelíes estuvieron involucradas en la coordinación de ambas entregas.
Estados Unidos, que ha proporcionado ayuda militar y diplomática crucial a la ofensiva israelí, ha calificado la nueva ruta marítima como otra manera de entregar ayuda urgente al norte de Gaza y tiene previsto construir un muelle flotante, cuya construcción se espera tome varias semanas.
Por su parte, Naciones Unidas ha dicho que buena parte de la población está al borde de la inanición, prácticamente aislada del resto del territorio por las fuerzas armadas israelíes. Israel ha prohibido que la UNRWA, la principal agencia de la ONU en Gaza, participe en la entrega de asistencia en el norte, y otros grupos humanitarios aseguran que enviar caravanas de camiones al norte del territorio resulta demasiado peligroso debido a que las fuerzas armadas no garantizan un paso seguro.
En su último reporte, UNRWA dijo que 173 de sus trabajadores habían muerto por la violencia en Gaza. La cifra no incluye a trabajadores de otras organizaciones de ayuda.
"Queremos responsabilidades"
Los cuerpos de los cooperantes fueron trasladados a un hospital en la ciudad sureña de Rafah, en la frontera con Egipto, según un reportero de Associated Press en el hospital.
Los cuerpos de los extranjeros serían trasladados fuera de Gaza, mientras que el cuerpo del conductor se entregaría a su familia en Rafah para su entierro.
El Primer Ministro de Australia, Anthony Albanese, confirmó que
Zomi Frankcom, de 44 años y procedente de Melbourne, estaba entre los fallecidos, y dijo que su gobierno había pedido una explicación a Israel.
"Es una persona que trabajaba como voluntaria en el extranjero para llevar ayuda a través de esta organización benéfica para personas que sufren una privación tremenda en Gaza. Y
esto es completamente inaceptable", dijo Albanese a los periodistas.
"Queremos responsabilidades plenas por esto porque
es una tragedia que nunca debería haber ocurrido", afirmó.
"Queremos responsabilidades plenas por esto porque es una tragedia que nunca debería haber ocurrido".
Anthony Albanese, Primer Ministro de Australia
El Ministerio polaco de Exteriores publicó su "pésame más sentido" a la familia de un voluntario fallecido que había prestado ayuda a los palestinos en la Franja de Gaza, sin indicar cómo murió. El Ministerio de Exteriores dijo que había solicitado una explicación a Israel.
Por su parte, la Oficina británica de Exteriores dijo estar al tanto de los reportes sobre la muerte de un ciudadano británico en Gaza y que "busca más información con urgencia".
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamás asaltaron el sur de Israel el 7 de octubre y mataron a unas 1.200 personas, además de tomar unos 250 rehenes. Israel respondió con una de las ofensivas más letales y destructivas de la historia reciente.
Al menos 32.845 palestinos han muerto, unos dos tercios de ellos mujeres y niños, según el Ministerio gazatí de Salud, que no distingue entre civiles y combatientes en su conteo. Israel culpa a los milicianos palestinos de las bajas civiles porque combaten en áreas densamente pobladas.
Los grupos de ayuda han pedido de forma reiterada un cese el fuego humanitario y afirman que es la única manera de llegar a la gente necesitada. Estados Unidos, Qatar y Egipto llevan meses tratando de mediar un nuevo alto al fuego e intercambio de rehenes, pero las conversaciones indirectas con Israel y Hamás siguen atascadas.
Se cree que Hamás tiene a unos 100 rehenes y los restos de otros 30 ya fallecidos, tras liberar a la mayoría de los demás durante un cese el fuego en noviembre a cambio de la liberación de palestinos encarcelados por Israel.