Pello Otxandiano, candidato de EH Bildu a presidente del País Vasco.
EFE
Este domingo, el
País Vasco celebrará sus comicios regionales, donde por primera vez en su historia, la coalición independentista
EH Bildu -reconocida por ser el heredero del brazo político de la extinta agrupación terrorista ETA- se quedaría con la victoria, con lo que apartaría al tradicional
Partido Nacionalista Vasco (PNV) de la hegemonía que ha tenido en esa región del norte de España.
En la recta final de la campaña, tanto las encuestas que publican los diarios de tirada nacional El País y ABC, como las que sacaron el domingo los medios vascos El Correo y la Radio Televisión Pública Vasca (EITB), pronostican que EH Bildu ganaría los comicios, el mismo pronóstico que hizo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la pasada semana.
Con este escenario, el Partido Socialista, tradicional socio del gobernante PNV, tiene la llave, y si mantiene el pacto actual con los nacionalistas, el PNV podría seguir gobernando, como lo hace desde que el País Vasco recuperó su autonomía en 1980, salvo en una legislatura.
Ascenso de EH Bildu e incertidumbre en el PNV
Si los independentistas EH Bildu ganan las elecciones vascas de este domingo 21 de abril, sería una novedad en la escena política del País Vasco.
La coalición está haciendo una campaña alejada de las reivindicaciones independentistas y centrada en cuestiones sociales como la vivienda o la salud pública, un perfil que ya mantiene en el Congreso español, donde da apoyo parlamentario a la coalición de gobierno formada por el Partido Socialista y el grupo de izquierda Sumar.
EH Bildu está en ascenso electoral desde que acabó el terrorismo de ETA en 2011 y apostó por la vía institucional y por priorizar las cuestiones sociales de izquierda sobre las soberanistas.
Situación distinta se vive en el
Partido Nacionalista Vasco, que ha ganado todas las elecciones de esa región desde que en 1980 recuperó su autonomía tras la restauración de la democracia, salvo en una ocasión, en 1986, que ganaron los socialistas.
De igual manera, el presidente del Gobierno vasco (lehendakari) siempre ha sido del PNV, salvo en la legislatura 2009-2011 que ostentó este cargo un socialista.
En cualquier caso, según los estudios demoscópicos, el PNV, que se quedaría en segundo lugar, podría seguir gobernando si cuenta con el apoyo del PSE-PSOE, como ya ocurre desde 2016 y ha ocurrido en otras ocasiones, ya que el arco parlamentario vasco suele ser muy plural, sin mayorías absolutas.
La cámara vasca tiene 75 escaños, con lo que la mayoría absoluta se sitúa en los 38 diputados.
El conservador Partido Popular, tradicionalmente minoritario en el País Vasco, se situaría en cuarta posición.
Una campaña marcada por temas sociales
El País Vasco, con un fuerte implante nacionalista, está viviendo una campaña donde se están imponiendo los temas sociales y locales, alejada del debate independentista.
En la recta final, el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, planteó acuerdos entre agrupaciones diferentes y sin exclusiones porque dijo que la región no se puede gobernar desde la mayoría absoluta.
Por su parte, el candidato del PNV,
Imanol Pradales, se dirigió este fin de semana a los indecisos, que representan uno de cada cuatro electores, por lo que en opinión de ese partido, aún queda margen para poder ganar.
Desde el Partido Socialista, su candidato, Eneko Andueza, advirtió el domingo que el objetivo de EH Bildu "no es construir una Euskadi (País Vasco) mejor, sino una Euskadi independiente y aislada" y pidió el voto de los vascos que no quieren "aventuras soberanistas".
El País Vasco es una de las regiones más prósperas de España, con la segunda renta per cápita del país tras la Comunidad Madrid y el nivel de desempleo más bajo de España (6,33 %) gracias a la fortaleza de su industria.
Los comicios vascos de este domingo inauguran un trimestre marcadamente electoral, que incluye las elecciones regionales en Cataluña, el 12 de mayo, y las europeas del mes de junio.