Es sabido que, cada vez que el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, hace una declaración pública, hay que prestar atención. Conocida es la habilidad de este abogado de polemizar y desatar uno que otro conflicto, tanto en su país como en el exterior. Así ocurrió este miércoles tras sus dichos sobre el caso de Ronald Ojeda, ex teniente venezolano secuestrado y asesinado en Chile.
En medio de una conferencia, el titular del Ministerio Público venezolano aseguró que el crimen del ex uniformado fue "una operación de falsa bandera" que "tenía como objetivo enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela" y donde habrían participado "cuerpos de inteligencia chilenos y extranjeros con intereses espurios".
En su alocución, Saab criticó duramente a la Fiscalía chilena, a la cual acusó de "falta de cooperación": "Seguimos a disposición de la Fiscalía de Chile para lo que necesite,
pero exigimos reciprocidad. Esperamos que nuestra solicitud de asistencia penal internacional sea respondida con la misma diligencia que nosotros hemos actuado ante las solicitudes de Chile", afirmó.
Las palabras del fiscal general no cayeron para nada bien en Chile y fueron calificadas de "gravísimas", al sugerir la participación de agentes nacionales en el crimen, mientras que la investigación apunta a que tanto el secuestro como el asesinato de Ojeda fueron orquestados desde Venezuela.
Pero no es primera vez que Tarek William Saab protagoniza una polémica con nuestro país. En diciembre pasado, el persecutor realizó duras declaraciones luego de que se revelara que los dos autores del asesinato del popular rapero venezolano Canserbero -ocurrido en 2015- son de nacionalidad chilena.
"Yo me pregunto, ¿la justicia venezolana respeta los derechos humanos, la legalidad, el debido proceso? Estamos ante dos extranjeros de origen chileno que matan a dos venezolanos, uno de ellos un genio de la música, antes de su fallecimiento, durante su carrera y posterior a ella, como la de Tyrone José González", dijo.
"Y se le están respetando sus derechos a la defensa, sus garantías judiciales. ¿Qué cosa tan diferente hubiera pasado si dos venezolanos matan a Víctor Jara en Chile? No quiero ni imaginarlo.
Si por estar unos venezolanos en Chile, a veces caminando por una plaza, les entran a palo, los persiguen. Una xenofobia antivenezolana brutal. Pues Venezuela es diferente. Con todos nuestros defectos y errores, este es un pueblo noble y un estado de derecho, yo diría", añadió.
Este nuevo impasse diplomático refleja el perfil del fiscal general de Venezuela, hombre fuerte del chavismo y leal a Nicolás Maduro que de vez en cuando hace polémica por sus duras declaraciones y su actuar como un persecutor que se aleja del principio de independencia de poderes y que combina su labor judicial con su afición por la poesía.
Cercanía con el chavismo
La vinculación de Tarek William Saab Halabi (61 años) con la política viene de hace mucho tiempo. Hijo de comerciantes libaneses, este oriundo del estado de Anzoátegui (centro) comenzó a militar a los 14 años en el movimiento izquierdista PRV-Ruptura, llegando a convertirse en mano derecha de su líder, el ex guerrillero Douglas Bravo. Durante ese periplo llegó a liderar el centro de estudiantes de su liceo.
"El haber nacido a principios de los 60’ en una comarca olvidada de Venezuela y en un hogar de inmigrantes libaneses: fue un desafío en medio del furor de la xenofobia típica de aquella época", contó el propio Saab en su biografía publicada en su sitio web, haciendo alarde de su condición de descendiente árabe, algo que ha marcado su vida y decidió impregnar en su propia piel, como el tatuaje que luce en su cuello.
En los años 80 estudió Derecho en la Universidad Santa María de Caracas, especializándose luego en Derecho Penal. Ya profesional siguió cultivando su nexo con el mundo político como
jefe de la oficina de derechos humanos del Concejo Municipal de Caracas. Es ahí cuando, en 1992, conoció en el cuartel San Carlos al entonces teniente coronel
Hugo Chávez, quien estaba preso por liderar un golpe de Estado fallido el mismo año.
Y fue en ese cargo que Saab intercedió para que, dos años después, el presidente Rafael Caldera indultara a Chávez. Nacía así un estrecho vínculo político que se potenció con los años, al punto que el abogado posteriormente apoyó al líder bolivariano en la elección presidencial de 1998, participando activamente en la campaña.
Primero fue diputado en 1999 y luego integró la Asamblea Nacional Constituyente, donde fue encargado del capítulo de derechos humanos de la Carta Magna. En 2002, durante el golpe de Estado a Hugo Chávez, era diputado y fue detenido y torturado, según él mismo contó.
En 2004, y al alero del chavismo, Saab fue elegido gobernador del estado de Anzoátegui, cargo que ostentó hasta 2012 y que estuvo marcado por las polémicas y diversas acusaciones de corrupción. Dos años después, ya con Nicolás Maduro en la Presidencia de Venezuela, fue designado defensor del Pueblo.
Su llegada a la Fiscalía General se dio en 2017. Fue designado por la recién armada Asamblea Constituyente, que venía a sepultar al Congreso controlado por la oposición y asumió las labores legislativas mientras en paralelo redactaba una nueva Carta Magna, lo que nunca ocurrió.
Saab asumió en reemplazo de Luisa Ortega Díaz, otrora miembro fuerte del chavismo que con el paso del tiempo se convirtió en crítica férrea de Maduro y su gobierno. Ante eso, la Constituyente decidió removerla por una supuesta falta de severidad con los manifestantes contrarios al Ejecutivo.
De ahí hasta la fecha, Tarek William Saab se ha convertido en rostro importante de la política venezolana, con intervenciones que siempre han dado que hablar.
Polémicas
Durante toda su carrera, Saab ha protagonizado diversas polémicas. Mientras fue gobernador fue objeto de un intento de referéndum revocatorio, que finalmente no prosperó. De todas maneras, la oposición lo ha acusado de ser uno de los dirigentes regionales más corruptos de la historia, pese a que ninguna denuncia prosperó en la justicia.
Uno de los casos más comentados fue la presunta concesión irregular de más de 100 obras públicas a la constructora Conkor en Anzoátegui, la que sería de propiedad del propio Saab, quien cuando llegó a la fiscalía en 2017 tenía seis expedientes abiertos en su contra. Las indagatorias se cerraron en 2017.
Ya en la Defensoría del Pueblo tuvo algunas diferencias con el madurismo, como la vez que se declaró
a favor de sancionar a los guardias nacionales acusados de matar a un manifestante de oposición y también criticó a los diputados chavistas por atacar a sus pares opositores, según recuerda BBC Mundo. Pero pese a esas diferencias, Saab es considerado un aliado de Maduro hasta hoy.
Y es como defensor que Tarek Saab se involucró en un caso bastante especial: la misteriosa muerte del rapero Tyrone José González, más conocido como "Canserbero". El abogado desde un principio pidió la reapertura de las investigaciones ante las dudas de si el artista realmente se suicidó.
Ya como fiscal general las investigaciones prosiguieron, concluyendo en la confesión de Natalia Améstica y los posteriores comentarios del persecutor sobre Chile.
Pero Chile no es el único país con el que Saab ha tenido diferencias. En 2017,
Estados Unidos sancionó al abogado y a otros 12 altos funcionarios venezolanos por "socavar la democracia y los derechos humanos". Ese mismo año,
Canadá lo incluyó en un listado de 40 personas por los mismos cargos.
Por otro lado, el fiscal general venezolano tenía prohibido el ingreso a Colombia, país al que incluso acusó de planear una "invasión militar" en Venezuela para sacar a Maduro del poder.
El "poeta revolucionario"
Un aspecto llamativo de Tarek William Saab es su rol como poeta, que cultiva desde muy niño. Eso le ha llevado a publicar once libros, varios de ellos en otros lugares del mundo, ganando también premios literarios en Venezuela.
Y a Saab le gusta remarcar esta parte de su vida, al punto de que en su sitio web oficial tiene un apartado dedicado a su poesía y sus libros, destacando el apodo de "poeta revolucionario" que se ganó en su país. Algunas de sus obras que se pueden leer son aquellas dedicadas a sus tres hijos, Yibram, Sofía y Juan Simón.
Sobre su poesía, su sitio web define que "inicialmente tuvo un sentido social asociado a la tradición latinoamericana que caracterizó a los poetas Juan Gelman, Ernesto Cardenal, Roque Dalton y Víctor Valera Mora, para luego evolucionar a una literatura mucho más personal, atenta a los sonidos del paisaje, la religiosidad, al lenguaje del amor y la rebelión individual; manifiesta a partir de la edición del poemario Príncipe de Lluvia y Duelo".
No obstante, esa sensibilidad no le ha impedido llevar un rol duro y temperamental, como lo es este personaje importante de la política venezolana.