El ex presidente estadounidense Donald Trump obtuvo este lunes una nueva victoria legal con la anulación del caso abierto contra él por mala gestión de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca en enero de 2021.
El candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre, que será investido oficialmente en la convención de su partido esta semana, había sido imputado junto a dos asistentes personales por guardar documentos secretos sin las precauciones necesarias en su mansión de Mar-a-Lago, en Florida.
Donald Trump, que escapó a un intento de asesinato el sábado en Pensilvania, celebró la decisión judicial en su red social Truth y
pidió la anulación de los otros tres procesos penales abiertos contra él.
La jueza Aileen Cannon accedió a una petición de sus abogados y anuló el proceso por considerar ilegal el nombramiento del fiscal especial Jack Smith, que investiga el caso.
Sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, la jueza dijo que el nombramiento y la financiación del fiscal especial violaban las secciones de la Constitución que tratan de los nombramientos y los gastos.
"El tribunal está convencido de que las actuaciones del fiscal especial Smith en este caso
violan dos pilares de nuestro orden constitucional, el papel del Congreso en el nombramiento de funcionarios en virtud de la Constitución y el papel del Congreso en la autorización legal de gastos", escribió Cannon.
En consecuencia, se han cancelado todas las vistas previstas en el caso, aunque la Fiscalía puede recurrir la decisión.
Inmunidad penal parcial
La acusación señalaba que Trump había puesto en peligro la seguridad de Estados Unidos al conservar en su casa documentos clasificados, incluidos planes militares e información sobre armas nucleares al dejar la presidencia, en lugar de entregarlos a los archivos nacionales como exige la ley.
Otra ley, sobre espionaje, prohíbe guardar secretos de Estado en lugares no autorizados.
El magnate, de 78 años, también estaba acusado de intentar destruir pruebas en este caso, cuyos cargos más graves conllevaban una pena de 10 años de cárcel.
La jueza Cannon ya había aplazado indefinidamente este juicio, que debía comenzar el 20 de mayo.
Trump intenta aplazar todo lo posible los otros tres casos en los que está imputado, al menos hasta después de las elecciones contra el presidente demócrata Joe Biden.
El 30 de mayo, un tribunal de Nueva York lo declaró culpable de "falsificación contable agravada con el fin de ocultar una conspiración para alterar las elecciones de 2016". Su sentencia se conocerá en septiembre.
Pero Trump se anotó una victoria inesperada con la decisión de la Corte Suprema, el 1 de julio, de conceder al presidente estadounidense una amplia inmunidad penal.
En esta decisión sin precedentes, el alto tribunal de mayoría conservadora consideró que, desde el punto de vista penal, un presidente "tiene derecho, como mínimo, a una presunta inmunidad procesal por todos sus actos oficiales".
Por ello remitió uno de los casos más importantes contra Trump -el de sus supuestos intentos para revertir ilegalmente los resultados de las presidenciales de 2020- a un tribunal de primera instancia para que determine qué actos del expresidente podrían gozar de esa inmunidad.
La acusación deberá, por su parte, demostrar que Trump sí puede ser juzgado por esos hechos.
Si gana las presidenciales de noviembre, el ex presidente republicano podría ordenar la suspensión de los procedimientos federales contra él, una vez investido en enero de 2025.