El asesinato en Teherán del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, la semana pasada reactivó las alertas de diversas autoridades mundiales ante la posibilidad de una propagación del conflicto en Medio Oriente.
Este lunes, medios norteamericanos señalaron que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se habría comunicado con sus homólogos de los países del Grupo de los siete (G7) para advertirles de un posible ataque iraní, con las fuerzas de Hezbollah, hacia Israel en las próximas 24 horas.
Según el medio Axios, que cita a tres fuentes conocedoras del contenido de las llamadas que realizó este domingo Blinken, este convocó una teleconferencia con el objetivo de coordinar con los aliados cercanos de EE.UU. una presión diplomática sobre Irán y Hezbollah, para minimizar al máximo sus represalias. Ya que, a juicio de Blinken, limitar el impacto de estos ataques sería la mejor forma de evitar una guerra total en la zona.
Lo anterior luego de la promesa por parte de Irán y Hezbollah de responder los asesinatos contra el líder de Hamás, sus guardaespaldas y el comandante militar de movimiento libanés en Beirut. En específico, Irán declaró que tiene "legalmente derecho" a castigar a Israel por estas muertes.
En este contexto, Blinken subrayó estar convencido de que dichas represalias se desarrollarán pronto , pero que -a diferencia del ataque iraní contra Israel el pasado 13 de abril- esta vez no tiene claro cómo se producirá.
El secretario de Estado de Norteamérica sostuvo que el país se encuentra haciendo todos sus esfuerzos por romper el ciclo de escalada, intentando limitar en lo posible los ataques de Irán y Hezbollah y frenar también la respuesta israelí.
Finalmente pidió a los demás ministros de Asuntos Exteriores del G7 que también ejerzan presión diplomática sobre Irán, Hezbollah e Israel para que mantengan la máxima moderación.