Vea fotorama de este descubrimiento arqueológicoSANTIAGO.- La premisa es el sueño de cualquier arqueólogo: debajo de un edificio como cualquier otro en el barrio de Talpiot, en pleno Jerusalén, existe un ignorado sepulcro donde habrían descansado los restos de Jesús y sus más cercanos, incluyendo a la Virgen María, María Magdalena y un supuesto hijo que habría tenido con esta última, llamado Judas. Más aún, Andrey Feueverger, un profesor de estadística de la Universidad de Toronto, sacó su calculadora y dijo que sólo existe una probabilidad en 600 de que todo esto no sea cierto.
No es fácil que la comunidad religiosa y la científica se unan en una causa común, pero así finalmente sucedió tras el estreno del polémico documental "El sepulcro olvidado de Jesús", cuando aquella citada "probabilidad" fue duramente cuestionada desde diversos sectores. Este domingo, a las 21:00 horas, el programa llega a Chile a través de la señal de cable Discovery Channel y los televidentes nacionales podrán hacerse su propia idea.
Sólo pienso que es una vergüenza la forma en que esta historia está siendo inflada y manipulada.
William Dever, arqueólogo
"Ridículo", "oportunista" y hasta "herético" fueron algunos de los duros calificativos que se utilizaron en contra del documental, que fue dirigido por el periodista y cineasta de origen judío Simcha Jocobovici, quien invirtió cinco años de trabajo en desarrollar el proyecto, apoyado financieramente por el director de "Titanic" y "Terminator", James Cameron.
La afirmación de que Jesús habría contraído matrimonio –y más aún concebido un hijo- irritó a las autoridades eclesiásticas, que ya debieron salir al paso de dichos similares tras el
boom de la novela, con su correspondiente versión fílmica, "El código Da Vinci". El documental también pone en duda importantes creencias de la fe cristiana, como la Resurrección de Jesús, un punto que los realizadores matizan asegurando que ésta no necesariamente debió ser física, por lo que sus restos humanos podrían haber permanecido en el mundo de los mortales.
Un osario más
Se estima que existen en Israel cerca de 30 mil depósitos mortuorios documentados, pero pocos han causado tanto revuelo como el descubierto en 1980 y que fue investigado por el arqueólogo Amos Kloner, quien por entonces revisó los restos de diez receptáculos con vestigios humanos y particularmente uno de ellos, el que llevaba inscrito el nombre de "Jesús, hijo de José".
Sin embargo, Kloner luego reconocería que en sus estudios ya ha encontrado tres osarios en diversos sepulcros con la misma inscripción, lo cual no es de extrañar dado lo común que eran esos nombres hace 2.000 años. Lo mismo sucede con "María", por lejos el nombre más usado por las mujeres judías de la época. El propio arqueólogo ha bajado el perfil al documental que redirige su investigación de hace 27 años, afirmando que se trata de "una hermosa teoría, pero sin ningún sentido real".
La tumba fue conocida desde su descubrimiento como el "Osario de Jacob" y prácticamente pasó al olvido entre los arqueólogos, luego que los restos encontrados fuesen recogidos por la Dirección de Antigüedades de Israel, que los conservó tal como lo ha hecho con tantos otros hallazgos, pero sin darle mayor preponderancia. De hecho, la tumba fue sellada con una capa de cemento y no hubo oposición para autorizar la construcción residencial en la zona.
"Sólo pienso que es una vergüenza la forma en que esta historia está siendo inflada y manipulada", manifestó el arqueólogo bíblico William Dever al
Washington Post, luego del revuelo causado por el documental. "Es un truco publicitario y hará a estos chicos muy ricos, y afectará a millones de personas inocentes porque no saben lo suficiente para separar los hechos de la ficción", agregó.
El director Jocobovici ha tomado con cuidado las críticas, pero sigue manteniendo firme que, aunque la probabilidad sea inversa (es decir, una chance en 600 de que sí sean los restos de Jesús), vale la pena llevar estudios científicos más avanzados que puedan revelar la verdad. Él, dice, sólo se encargó de "quitarle el velo" a un posible descubrimiento que cambiaría la historia de la religión cristiana.
Sobremesa
Tal como sucedió en su emisión original el 4 de marzo de este año en Estados Unidos, este domingo el documental será sucedido por un programa de debate conducido por el periodista Ted Koppel, y que cuenta entre sus invitados con el realizador Simcha Jacobivici y especialista en estudios religiosos James Tabor, quien fue consultor en la producción.
Para rebatir sus conclusiones fueron invitados Jonathan Reed, profesor de Religión en la Universidad de LaVerne y autor de textos relativos al tema, además del arqueólogo William Dever, quien cuenta con más de 50 años de experiencia en excavaciones en el Medio Oriente.
En este programa, Koppel también da a conocer cartas de tres especialistas que reclaman haber sido "mal citados" por los documentalistas y que ponen en duda la veracidad de algunas de las afirmaciones ahí expuestas.
