"Por el sólo hecho de pertenecer al CRUCh o ser privada, no se convierte automáticamente en digna de elogio o condena", sostuvo el obispo de Temuco.
Conferencia Episcopal de Chile.
SANTIAGO.- El obispo de Temuco, monseñor Héctor Vargas, se sumó a las criticas que ha generado el anuncio realizado hace algunos días por el ministerio de Educación de excluir a las universidades privadas que no pertenecen al Consejo de Rectores (CRUCh) de la gratuidad que inicia en 2016.
A través de una carta publicada hoy en
"El Mercurio", la autoridad de la Conferencia Episcopal de Chile sostuvo que la medida "sólo ahonda la inequidad y la exclusión que justamente la reforma busca eliminar".
"La evidencia otorgada por varias evaluaciones demuestra que una institución, por el solo hecho de pertenecer al CRUCh o ser privada, no se convierte automáticamente en digna de elogio o condena, de credibilidad o sospecha", sostuvo.
En esa línea, monseñor Vargas planteó que "si debe hacerse una opción a la hora de priorizar decisiones, esta tendría que considerar a los más pobres, a aquellos que no pueden esperar, aquellos que luchan por una vida mejor y salir del círculo de la privación, y sumarse a los que con su aporte colaboran al desarrollo del país".
Y añadió: "Si las finanzas públicas no son suficientes y ello exige una gradualidad en los beneficios, que entonces esta comience justamente desde todos los del quintil inferior".
Con todo, el obispo de Temuco indicó que es necesario establecer regulaciones y exigencias al sistema de educación superior a fin de asegurar que los recursos entregados por el Estado no sean "desviados".
Aunque agregó que "tal vez por eso, previo al rápido inicio de un tipo de gratuidad por glosa presupuestaria, y en modo ordenado y orgánico, se requiere debatir y legislar la institucionalidad de la educación superior que el país necesita", subrayó.