SANTIAGO.- "No es justo, no le tocaba", decían quienes ayer, en la comuna de San Ramón, asistían al velorio del vigilante de Prosegur Rafael Pardo Triviño (50), quien murió en un planificado perpetrado por delincuentes que le dispararon mientras robaban
más de 600 millones de pesos, en la Autopista del Sol, en la tarde del viernes.
De acuerdo a lo informado hoy por
"El Mercurio", el trabajador estaba haciendo horas extras, pues durante los 22 años que trabajó en la empresa, su horario era desde las 6:00 hasta las 16:00 horas, de lunes a viernes. Y no hasta pasadas las 19:00 horas, cuando fue asesinado por los antisociales, uno de los cuales falleció en el intercambio de disparos.
"La aspiración en esta empresa siempre es querer tener una renta mejor y eso fue lo que nos llevó a lo que pasó el viernes. En promedio se ganan 500.000 pesos mensuales si se toman en cuenta esas horas extras", explicó Hugo Muñoz, quien era amigo de Pardo y es el presidente del sindicato de trabajadores de Prosegur.
"No es justo, no le tocaba. No tenía por qué, ni siquiera era su horario", es otra frase que dijo un familiar, que prefirió reservar su nombre por seguridad y que aseguró que, en los últimos meses, Pardo había decidido no hacer tantas horas extras, para disfrutar más de su familia. Una esposa con la que iba a cumplir en octubre 23 años de matrimonio, dos hijas -una de 23 y otra de 19- y un hijo de 17 años era su núcleo familiar.
También quería disfrutar más de su madre, quien por problemas del corazón se encontraba en el Hospital Padre Hurtado. "Va a ser muy duro tener que hablar con ella, ya tuvo que asumir la muerte de una hija hace 20 años por una enfermedad. Ahora va a tocar darle esta noticia y no es justo", dijo el hermano mayor, Oswaldo.
Lo hizo, según algunos compañeros de trabajo, para ayudar a sus hijos con los estudios superiores. La hija del medio estudia Ingeniería en Supervisión de Riesgos y la mayor se tituló recién de Enfermería.
"Un hombre honesto"
La mayor, que no quiso revelar su nombre, dijo sobre su padre: "Era un hombre honesto, ordenado, correcto y trabajador. Se paraba todos los días a las 5:30 de la mañana y llegaba a casa después de las 11:00 de la noche. Todo por nosotros, por nuestra estabilidad". De una manera similar lo definió su compañero Hugo Muñoz: "Nunca tuvo una falta o un atraso. A sus compañeros les encantaba salir con él. De hecho, siempre pedían salir con él como compañero de ruta, porque era excelente compañero de trabajo. Se sacó la mugre trabajando".
Y prueba de ello fue que ayer más de diez autos llegaron hasta la comuna de San Román con distintas frases de apoyo como "Gran compañero Pardito Q.E.P.D." o "Siempre te recordaremos, Pardo".
Los motivos por los que llegó a la empresa ni sus familiares ni sus amistades lo saben. "Había que trabajar no más y en esa empresa consiguió trabajo", dijo el hermano mayor, Oswaldo Pardo. Mientras que Muñoz aseguró que Pardo siempre se mostró entusiasta con su trabajo y pasó todas las pruebas por las que deben pasar los vigilantes de Prosegur.
Todos los años deben rendir una prueba psicológica y cada dos deben realizar un curso de 40 horas con Carabineros, que finaliza con un examen escrito y físico.
Los hijos también desconocen cómo fue que Pardo llegó a Prosegur. "Era lo que había, me imagino", dijo uno de ellos.
La empresa Prosegur aseguró en un comunicado que se iban agotar todas las instancias legales hasta esclarecer los hechos y hallar a los culpables. Mientras que el sindicato de trabajadores explicó en otro oficio que se reunirán en la planta de Santiago a las 8:00 de la mañana del 4 de agosto para discutir medidas a tomar.
"Nosotros asumimos que tenemos que enfrentar este tipo de accidentes, pero se debe fiscalizar y ver qué tipo de camiones están sacando a la calle. Hoy se ha generado una idea de que son vulnerables los transportes de valores, y no sé si lo son, pero para eso es que tienen que prevenir, proteger a sus trabajadores", explicó Hugo Muñoz.