SANTIAGO.- Cifras desalentadoras mostró el Transantiago el año pasado, al registrar un déficit financiero de más de 665 millones de dólares, número récord desde la implementación del servicio de transporte metropolitano en 2007.
Así lo reveló el último balance financiero del Transantiago, al que accedió "
El Mercurio" a través de la ley de Transparencia. Según el informe, el sistema alcanzó un déficit de US$ 665.162.033 y aumentó en casi US$ 98 millones respecto de las pérdidas de 2013.
Estas pérdidas se dan pese a que los últimos contratos firmados entre el Estado y los operadores, entre 2012 y 2013, prometían reducir los costos del Transantiago y controlar sus pérdidas. Para ello se modificó el régimen de operación del Administrador Financiero de Transantiago (AFT) y se redujeron los transbordos, con una modificación de la malla de recorridos que apuntaba a minimizar la lógica troncal-alimentador que inspiró inicialmente al sistema.
Para el ex coordinador del Transantiago Raimundo Cruzat, en este aumento del déficit influyó el alza de costos de insumos (petróleo y caucho, entre otros) y el decreto que extendió el pase escolar en febrero.
"Aumentó las pérdidas en US$ 12 millones, y en los últimos contratos se dejó muy alto el pago que el Estado hace a los concesionarios. Cuando ellos negociaron tenían la sartén por el mango. Así, los costos del sistema, como la evasión, lo asumieron en sus ingresos".
Otro aspecto que explica el alza del déficit es la evasión. Según la empresa Alto Evasión, los pasajes impagos implican pérdidas anuales por US$ 415 millones.
También la caída de validaciones es responsable de las mermas. En el primer trimestre de este año los buses llegaron a 213.452.169 validaciones (pasajes), lo que refleja una caída de 4.896.308 respecto del mismo período en 2014.
El director de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, reconoce el problema: "Hay una menor cantidad de viajes en el sistema de transporte en general. Los usuarios se pasan a modos alternativos, como el auto, la bicicleta, taxis, colectivos o la caminata. Adicionalmente, se ha mostrado una tendencia a perder usuarios de buses. El efecto que preocupa más es que se ha venido generando una caída en la cantidad total de viajes en transporte público, y es bastante extendido. Nos preocupa, pero entendemos que se enfrenta con una política persistente de subsidios y mejoras al transporte público".
Los especialistas creen que una oportunidad de controlar los gastos se abre con la negociación de los nuevos contratos del sistema en 2018. "Se hace necesario rescatar y pasar de pasajeros transportados a validados. En los actuales se ha llegado a pagar $1.000 por el concepto, lo que es carísimo", dice Raimundo Cruzat.
Rodrigo Troncoso, especialista en Transportes de Libertad y Desarrollo, cree que en esa negociación debe resolverse el "incentivo perverso" en la estructura de costos del sistema. "Las tarifas técnicas se fijan en función de los costos. Si estos aumentan, crecen los ingresos; pero si se ahorran, en el mediano plazo la tarifa baja, y eso no les conviene a los operadores. Así, en el mediano plazo, Transantiago está condenado a generar muchas pérdidas".
Louis de Grange, experto en Transportes de la Universidad Diego Portales, dice que el déficit "llegó a un nivel histórico y solo se supera a sí mismo. Con el nuevo subsidio en discusión solo se "desestresará" el sistema, pero no se mejorará en nada. Parte del problema es la antigüedad de los buses. Hay empresas que tienen panas diarias del 10 al 15% de su flota".
