Las altas temperaturas de esta semana podrían mantenerse durante la primavera.
Cristian Carvallo, El Mercurio.
SANTIAGO.- Para fines de este año, meteorólogos de todo el mundo, principalmente de Norteamérica, han pronosticado una variación extraordinaria del fenómeno del Niño (conocido coloquialmente como
"Niño Godzilla"), el cual se manifestará en algunos países sudamericanos con intensas lluvias. Sin embargo, esta situación no ocurriría en Chile, pero sí se registrará en Santiago una primavera más calurosa que en años anteriores.
Así lo señaló el académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile, Roberto Rondanelli, quien explicó que este fenómeno consiste en un "calentamiento anómalo de la temperatura superficial del mar en el Pacífico central y también occidental pegado a la costa sudamericana", que en algunas zonas provoca lluvias extremas.
Sin embargo, aclaró que "aunque estemos en el año del Niño o vayamos a uno extraordinario no se relaciona mucho con la precipitación" en Chile.
Lo que sí puede pronosticar, recalcó, es que para septiembre, octubre y noviembre "se podrían esperar 2 o 3 grados más de temperatura máxima". Así, aseguró que la próxima primavera será calurosa, la que "puede ser calurosa y lluviosa o calurosa y seca".
De este modo, el académico indicó que las jornadas de calor pronosticadas para los días venideros probablemente se repetirán en las próximas semanas.
Pero este "Niño Godzilla" sí podría llegar a las costas de Perú y Ecuador, porque la relación del fenómeno con las precipitaciones en eso países funciona mejor en los meses de noviembre, diciembre y enero. Así "el impacto ahí es muy fuerte", indicó Rondanelli.
Lluvias para la capital
A pesar de que el experto dice que el fenómeno del Niño no se relaciona directamente con las precipitaciones, no descarta que lleguen lluvias para el mes de septiembre en la capital, las que comenzarían este fin de semana.
"Debería llover un poco más de 50 milímetros, solamente mirando las estadísticas", indicó Rondanelli.
El experto explicó también que esto es difícil de pronosticar, ya que la historia indica que "en septiembre, octubre y noviembre ha llovido en Santiago hasta 200 milímetros, pero también ha precipitado cero".
Agregó que eso es lo que uno puede esperar como normal en la capital, ya que es una ciudad que tiene una variabilidad natural desde el punto de vista climatológico.
No obstante, Rondanelli explicó que "aunque llovieran los 50 milímetros más este año, el 2015 sería considerado aún un año seco, como ha sido los últimos 4 años".
