SANTIAGO.- Para esta tarde está programada la declaración ante el ministro Juan Manuel Muñoz del cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa en el marco de la demanda que enfrenta el Arzobispado de Santiago luego que las tres víctimas de Fernando Karadima interpusieran acciones legales contra la Iglesia por los supuestos actos de encubrimiento de obispos en materia de abuso sexual.
Esta será la primera diligencia del sacerdote en la causa, quien -por tener fuero establecido en el Código de Procedimiento Civil- declinó comparecer al despacho del magistrado y fijó domicilio en la casa de los obispos ubicada en Suecia con Simón Bolivar, en la comuna de Ñuñoa, donde se llevará a cabo la diligencia.
El interrogatorio es parte un listado de 23 personas que fueron requeridos para deponer sobre los puntos de prueba fijados por el ministro Muñoz.
Lo anterior, enmarcado en la etapa probatoria que comenzó el lunes pasado con la toma de declaración del sacerdote de Quinta Normal, Eugenio de la Fuente Lora, quien fue uno de los diez miembros de la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón de Jesús que firmaron su distanciamiento de la comunidad que lideró el ex párroco de El Bosque.
También fue interrogado el ex capellán de La Moneda, Percival Cowley,y el vicario judicial del Tribunal Eclesiástico Nacional de Apelación, Jaime Ortiz.
Demanda
Los demandantes James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo buscan una indemnización por perjuicios de $450 millones.
Ello, porque según alegan, la Iglesia y sus autoridades cometieron negligencias sistemáticas al momento de abordar las denuncias de agresiones sexuales en contra religiosos, y específicamente de Karadima, condenado por el Vaticano a una vida de penitencia y oración.
El proceso se lleva adelante, luego que en marzo pasado terminara sin acuerdo la audiencia de conciliación convocada por el ministro Muñoz, que sustancia el caso.
En esa oportunidad, la propuesta hecha por el Arzobispado no fue aceptada por los demandantes, quienes además exigen un acto de perdón público por parte de la Iglesia hacia quienes han sufrido agresiones sexuales de religiosos.
Lo anterior, sobre la base que la parte demandada ha insistido en negar toda responsabilidad de negligencia y encubrimiento por abusos cometidos por Karadima.