James Hamilton y Jose Murillo.
SANTIAGO.- Cerca de cinco horas duró la declaración del cardenal Francisco Javier Errázuriz ante el juez Juan Manuel Muñoz, quien lleva la demanda presentada por las víctimas de Fernando Karadima en contra del Arzobispado de Santiago.
En la diligencia, que comenzó cerca de las 15:30 y finalizó alrededor de las 20:30, participaron dos de los demandantes, James Hamilton y Andrés Murillo, además de su abogado representante, Juan Pablo Hermosilla.
El interrogatorio se realizó en la casa de los obispos de calle Suecia, debido a que el cardenal cuenta con fuero establecido en el Código de Procedimiento Civil.
Hamilton y Murillo, junto a Juan Carlos Cruz, demandaron al Arzobispado de Santiago por su presunto ocultamiento de los abusos sexuales contra menores cometidos por Karadima, y piden una indemnización de $450 millones.
Al término de la diligencia, Hamilton afirmó que el cardenal Errázuriz se negó a contestar muchas preguntas. "Hubo muchas omisiones, respuestas que se solicitaron y que se negó a contestar, sin reconocer ningún hecho como ni siquiera un error, lo cual es bastante decepcionante y muy doloroso", indicó.
También señaló que "era el momento de iniciar un proceso de reparación, de reconciliación y nuevamente, como si nadie hubiese aprendido nada, llegamos a lo mismo. Consideró que nosotros habíamos causado un daño enorme a la iglesia y fue, en ese sentido, bastante doloroso".
"Yo estoy muy dolido, fue todo en un ambiente de mucho respeto, era una oportunidad de cerrar muchas heridas", añadió Hamilton, quien también aseguró que el encuentro "fue impresionante, un momento histórico", y que se comprenderá cuando el juez libere la declaración.
Además, dijo que el juez fue "sumamente delicado y sutil, dándole un espacio a él como para que al final hiciera un reconocimiento o perdón fuera del acta, como para hablarnos, y pienso yo para pedirnos perdón, y lo único que contestó fue que el derecho canónico indicaba tal o cual cosa".
Según Hamilton, en el interrogatorio el cardenal Errázuriz habría reconocido los correos que se le enviaron con las denuncias de los abusos sexuales cometidos por Karadima.