SANTIAGO.- Como si se tratara de una coreografía, el ataque de un grupo de 30 grafiteros a un tren de la Línea 5 de Metro, en la noche del domingo, fue detalladamente organizado y ejecutado.
Según la empresa pública, mientras un grupo abordó el tren en la estación Santiago Bueras, otro lo hizo en la siguiente, Del Sol. Luego. Y en medio de la sorpresa de los pasajeros, se encapucharon, cerraron las ventanas y obligaron a los usuarios a bajarse en Monte Tabor.
Mientras el tren permanecía detenido en ese andén, los vándalos descendieron y comenzaron a pintar el convoy de cinco carros con pintura blanca y negra, al tiempo que gritaban consignas contra las alzas de tarifas.
En el video que se ha viralizado en internet y que muestra el ataque no se observa una respuesta de guardias de Metro. Por el contrario, los encapuchados actúan sin interrupciones por al menos dos minutos y medio, hasta que huyen, algunos incluso por la misma vía.
La empresa aseguró que sus vigilantes cumplieron con el protocolo, que ordena llamar a Carabineros y emitir una advertencia por altoparlantes, que fue lo que motivó el escape de la banda.
Agregan que sus guardias no tienen facultades para detener a personas, y que para retener a un grupo tan numeroso se habría necesitado un número equivalente de custodios, algo imposible de mantener en cada estación.
Metro informó que este año ha sufrido 72 ataques de grafiteros, 33% más que el año pasado, según indica "El Mercurio".
La jefa de la Comisaría de Carabineros de Metro, mayor Alejandra Manríquez, señala que usualmente estos ataques terminan sin detenidos por lo breves que son.
"Se demoran de dos a tres minutos. Son rápidos y no se logra la detención de estas personas porque salen corriendo a distintos lugares. Cuando ocurren, Metro llama y hay personal de Carabineros en las cámaras de Metro. Se llega lo más rápido que se puede y la idea siempre es aminorar el tiempo de respuesta", asegura.
¿Y por qué no se cierran las estaciones? Manríquez dice que "no procede, porque el costo de interrumpir el funcionamiento es mucho más alto".
Respecto de por qué se desenergizaron las vías cuando los encapuchados huyeron por ellas, plantea que el protocolo lo establece así "para evitar tragedias".
Ayer, Metro interpuso una querella contra quienes resulten responsables de los delitos de daños y amenazas en contra de los usuarios y de su personal.
"No toleraremos acciones que pongan en riesgo la integridad de nuestros pasajeros y trabajadores", dijo el gerente general, Rubén Alvarado.