SANTIAGO.- Al igual que en el formato tradicional, existen mesas con vocales. Al ser la elección de una facultad, estas están separadas por generación y cada votante tiene que presentar su tarjeta universitaria para luego ingresar a una de las seis cámaras secretas. La diferencia es que en estas no hay una mesa para “marcar” el voto, sino un computador.
Se trata de la elección Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica, que por primera vez utilizara el voto electrónico implementado, un sistema creado por alumnos de la escuela de la misma casa de estudios.
Una vez adentro de la cámara, cada estudiante debe ingresar su número de alumno en el computador para después elegir una lista de comité para Centro de Alumnos y un consejero académico. Tras esto, el software confirma que el voto es emitido y que ya se ingresó al sistema.
El proceso para elegir a los próximos representantes de la Escuela de Ingeniería Civil se inició ayer y terminará hoy en la tarde. Elecciones en las que participaban dos listas: Kaisen y Prisma, cuya ganadora será dada a conocer hoy por el actual Centro de Alumnos.
Este proyecto de innovación universitaria aparece en medio de la polémica por el error en el padrón electoral, donde más de 463 mil chilenos no podrán votar en sus comunas al ser cambiados arbitrariamente de dirección. Algunas voces han señalado que el sistema chileno debería evolucionar al voto electrónico.
“Si hubiese existido en las próximas elecciones municipales, las personas afectadas por los cambios de domicilios podrían haber sufragado en cualquier centro electoral del país, porque toda la información de los candidatos de sus comunas habría estado en línea”, describe Gabriel Ulloa, estudiante de Ingeniería Civil de cuarto año y uno de los creadores de este método.
Aportar a la sustentabilidad sin descartar el conteo público
Uno de los principales objetivo que se busca con esta plataforma de voto a través de computadores tiene que ver con la sustentabilidad, puesto que “la cantidad de papel que utilizamos es mucho, sólo en las elecciones de delegados se usaban $200.000 en papel”, dijo Ulloa.
En cuanto a la ampliación de este proyecto para otras elecciones, Ulloa dijo que “actualmente la tecnología está para hacer estas cosas (…) lo único que falta es la cultura de las personas que a veces le siguen teniendo miedo a la tecnología”.
Frente a una eventual exportación de la iniciativa a empresas o instituciones asociadas a elecciones democráticas, el creador reconoció que “esta plataforma está todavía un poco en pañales. Le falta para implementarlo a nivel país pero a futuro sí se puede hacer”.
Si bien el proceso –tanto de votación como de conteo- es más rápido que el tradicional, Ulloa sostuvo que “no queremos descartar el conteo porque sabemos la mística y la magia que tiene. No es la gracia que se apreté un botón y que aparezcan los resultados”.
Es por esto que los creadores desarrollaron otra aplicación en la que van a importar todos los votos realizados y se hará un conteo electrónico que se realiza de manera pública y online.
