SANTIAGO.- Poco más del 1% de los afectados por el cambio unilateral de domicilios electorales completó los formularios dispuestos por el Servicio Electoral (Servel) para reversar la errónea modificación cursada por el Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCeI) a 463.442 usuarios que obtuvieron o renovaron cédula de identidad entre 2012 y 2016.
Según la información entregada anoche por el Servel, fueron 6.050 los reclamos recibidos mediante el mecanismo dispuesto en cada uno de los 2.099 locales de votación a lo largo del país.
Con esos datos, el Servel indicó que se "procederá a revisar los antecedentes entregados a objeto de continuar con la depuración del padrón electoral de cara a las próximas elecciones de 2017", consigna
"El Mercurio".
Una alternativa es que el resto de los perjudicados con la modificación no haya sufragado, o bien concurrió al nuevo domicilio electoral asignado, desistiendo así de votar en su antiguo local.
Uno de los casos afectó al diputado Gabriel Boric, quien explicó que "originalmente votaba en la escuela Patagonia en Punta Arenas y no hice ningún cambio domiciliario. Me cambiaron arbitrariamente", por lo que decidió no votar.
Algo similar le sucedió al diputado Daniel Núñez (PC), quien usualmente votaba en Coquimbo. En esta oportunidad fue trasladado a la comuna de San Miguel, lo que lamentó.
En Chile Vamos, los diputados Juan Antonio Coloma (UDI) y Gonzalo Fuenzalida (RN) también fueron cambiados de domicilio electoral. El primero votaba en El Monte y fue trasladado a Quilicura, mientras que el segundo estaba inscrito en Panguipulli y ayer sufragó en Las Condes.
Superada la elección de ayer, el caso seguirá siendo visto por el Ministerio Público, además de la Contraloría y de un sumario en el Registro Civil. Incluso se podría conformar una comisión investigadora en la Cámara de Diputados, lo que fue anunciado anteriormente por parte de la oposición.
Malestar de quienes no pudieron sufraga
Descontento e incertidumbre resumieron el sentir de los ciudadanos que fueron cambiados de domicilio electoral.
"Es primera vez que no voy a poder votar por un tema ajeno a mí", afirmó Eugenia Navarro, quien sufragaba en Viña del Mar, pero su inscripción figuraba en Vitacura. "Me fascina votar, toda la vida lo he hecho cuando he podido, y me preocupo", sostuvo.
Al mediodía, en el Colegio del Verbo Divino, Hernán Montero (77) preguntaba en informaciones qué hacer con su cambio de domicilio. Vive cerca de este establecimiento en Las Condes, y en búsqueda de una solución, acudió al recinto solo por proximidad, pues su local de votación era el Colegio Alcázar de esa comuna, y no Limache, como aparecía en el padrón.
"Claramente estoy súper molesto, porque a mí me gusta ir a sufragar. Yo soy de los que empezaron a votar después del año 90; entonces para mí es rico ir a votar, y la verdad es que me veo ahora de brazos cruzados por la situación", declaró Patricio Erlandsen, quien hasta antes de estas elecciones siempre había sufragado en el Estadio Nacional. Ahora aparecía inscrito en Viña del Mar, ciudad en la que dejó de vivir hace más de cinco años.
Similar fue el caso de Constanza de la Cuadra, quien para las últimas elecciones sufragó en Las Condes, pero al revisar el sitio web del Servel este año se encontró con la sorpresa de que estaba inscrita en el Liceo Lastarria, en Providencia. "Es primera vez que me sucede esto; siempre ejerzo mi derecho a votar, por eso me dio indignación este cambio sin aviso", dijo.
