SANTIAGO.- El pasado jueves 3 de noviembre Juana Poblete -madre de la menor Lissette Villa, cuya muerte en abril pasado destapó la crisis que hoy enfrenta el Servicio Nacional de Menores- llegó hasta la residencia de Niñas y Adolescentes Villa Santa María del Bosque, en Maipú, para reunirse con las autoridades del hogar, a cargo de la Corporación María Ayuda.
¿La razón? La huida de su hija de 10 años junto a otras dos menores dependientes del recinto, que funciona como centro colaborador del Sename.
Según cuenta a Emol el abogado de la mujer, Sebastián Lafaurie, el hecho se registró la tarde del martes, lo que obligó a activar un dispositivo de búsqueda que terminó con la ubicación de las niñas, por parte de Carabineros, en un sector de Tiltil, siendo devueltas al hogar, tal como se ordena en los protocolos establecidos para este tipo de casos.
Sin embargo, el escape de V. alertó a Juana sobre supuestos episodios de maltratos físicos que sufriría su hija al interior de la residencia, luego que ésta le revelara haber sido golpeada en varias oportunidades por una de las educadoras del lugar.
"La situación que viviría la pequeña en esta casa generó gran angustia en mi representada, porque teme que su hija corra la misma suerte que Lissette", agrega Lafaurie en alusión a la menor fallecida en el Centro de Administración Directa (Cread) Galvarino, por el actuar imprudente que habrían tenido las cuidadoras del lugar, según un informe de la PDI.
Constatación se lesiones
La versión de V., además, es apoyada por el parte policial emitido tras la constatación de lesiones de las niñas, que da cuenta de un hematoma en una de ellas producto de los golpes recibidos por una funcionaria, según los relatos de las menores.
"En esa reunión, el equipo de profesionales del recinto le pide disculpas a la madre por lo ocurrido y le informa que la educadora en cuestión, fue suspendida durante el periodo de sumario iniciado tras el hecho", detalla el abogado querellante, mencionando que el episodio "confirma la serie de irregularidades que existen en este tipo de hogares".
Por ello, recalca, estudia la presentación de un recurso de protección en favor de la menor con el objeto de resguardar la integridad física y mental de la pequeña, quien de igual manera deberá permanecer al cuidado del Estado debido a la vulnerabilidad de su madre, quien se desempeña como temporera.
Por su parte, el hogar –donde en julio una de las niñas fue secuestrada por sus hermanos debido a los supuestos maltratos que recibiría por parte de sus cuidadoras, siendo regresada horas después- confirmó la huida de tres menores y el inicio de una investigación administrativa por las supuestas agresiones y los presuntos responsables.
"Las tres niñas que hicieron abandono de la residencia, están desde esa misma noche de vuelta en el programa y se encuentran fuera de peligro y en buenas condiciones, recibiendo asistencia sicológica y la acogida necesaria para superar esta situación inesperada", detalló María Ayuda a través de una declaración pública, donde reiteró su compromiso a seguir trabajando "para que situaciones como ésta no vuelvan a ocurrir".
El Ministerio Público, en tanto, ya prepara las primeras formalizaciones por la muerte de Lissette, específicamente, contra las cuidadoras que se encontraban a su cargo.