SANTIAGO.- Carlos León, agricultor del sector Algarrobo, en la IV Región, aún recuerda el hedor que emanaba hace dos años del embalse Recoleta. La mortandad de peces y el agua empantanada eran la causa del mal olor, luego que decayera progresivamente el recurso hasta agotarse, un fenómeno similar ocurrió en las represas Cogotí y Paloma.
Cuatro años antes, los agricultores de la Región de Coquimbo habían comenzado a cautelar el riego por la severa sequía. Y aunque León posee acciones de agua en ese tranque y seis hectáreas con riego tecnificado, igualmente debió invertir $8 millones para captar el recurso desde las napas subterráneas.
"El agua estaba a 12 metros de profundidad y se sacaba con un motor", recuerda según consigna
"El Mercurio".
Cifras de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) dan cuenta que unas 40 mil hectáreas quedaron sin riego en la IV Región. El peor escenario se dio en la provincia de Limarí, en donde se perdió la mitad de la superficie cultivable, estimada en 60 mil hectáreas.
"El agricultor aprendió la importancia de la seguridad de riego y a producir con eficiencia, es decir, a hacer más con menos", dice el seremi del ramo, Andrés Chiang.
Sin embargo, las precipitaciones de agua y nieve en este año alimentaron las tres principales cuencas (Elqui, Limarí y Choapa) y recargaron los acuíferos. La evidencia está a la vista: los ocho tranques se encuentran con reservas que no se obtenían hace seis años. Hoy existen 803 millones de m3 en los tranques de Coquimbo, un 43% más que a la misma fecha en 2010, cuando las reservas comenzaron a bajar por la ausencia de lluvias.
"Los deshielos han provocado un nivel mayor de escurrimiento, pues la nieve que hubo en el invierno fue de 3,58 metros. Esto permite que la cuenca se acerque a los promedios normales", dice la presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, Mariela Arqueros. Agrega que "bastaba con recorrer el valle para ver los terrenos sin cultivos por falta de agua. Las siembras se retomarán durante esta temporada".
Cipriano Miranda, administrador del embalse Cogotí, sostiene que a los agricultores les "volvió el alma al cuerpo", pues más agua significará recuperar sus plantaciones y regar como corresponde.
Y como no, si el Sistema Paloma, el más grande de riego en el país, registra ingresos que superan los 2.500 litros por segundo, lo que da esperanza a las comunidades, las que viven de sus cultivos y trabajan en las plantaciones.
En Atacama, el director regional de Indap, Leonardo Gros, dice que más de mil agricultores se verán beneficiados, esto es, el 70% del sector productivo de la zona.
El embalse Santa Juana volvió a llenarse, por tercera vez en 20 años de existencia. Esto llevó a que el seremi de Obras Públicas, César González, mencionara que "se trata de algo histórico y con un buen manejo, tendremos agua potable y de riego con seguridad para los próximos cinco a seis años".
El director regional de Indap, Leonardo Gros, dice que más de mil agricultores se verán beneficiados, principalmente en la provincia del Huasco, que lleva un 18% más de agua que el año pasado.
"Los agricultores retomaron sus hectáreas y volvieron a plantar", dice Sergio Gutiérrez, técnico de ese tranque, que surte nuevamente las praderas de olivos de Raúl Carvajal. "Ahora estamos todos contentos", sentencia.
