La Presidenta concretó esta semana su sexto cambio de gabinete.
El comité político estaba funcionando extraordinariamente bien, muy afiatado, más allá de que frente a temáticas puedan tener opiniones diversas. Y eso es bueno, enriquece la discusión, pero este es un comité político serio, responsable, que discute profundamente los temas y que trabaja muy unido. El ministro Fernández tiene la gracia de que incluye (...) Es un comité político que tiene un objetivo colectivo, no uno individual. No estoy para partir con equipos nuevos que tengan que venir a aprender.
No soy de las que cambian a las personas, porque a veces hay cosas que no resultan. Claro, si nunca resultan, bueno, tenemos un problema; pero lo que yo quiero decir es que tenemos más de 100 proyectos de ley, muchos fueron aprobados y algunos avanzan muy fuertemente; entonces, no se puede culpar al ministro Nicolás Eyzaguirre de que no haya buena relación entre el Gobierno y los parlamentarios.
Cuando a uno le queda el último tercio de gobierno, tiene que elegir cuidadosamente, de manera que no sean personas que vengan recién a conocer el Estado, a aprender cómo hacer las cosas, sino que tengan experiencia; porque no hay tiempo que perder. En la selección me fijé en que fueran personas idóneas profesional y políticamente, y que tuvieran un compromiso, que creyeran en nuestra tarea. No necesitamos gente que esté aquí sin creer en lo que tenemos que hacer.
Tenemos que construir mayor disciplina política, porque el poder es para hacer los cambios, y lo que hace la disciplina política es expresar una voluntad colectiva. Puede haber a veces diferencias en los instrumentos o en las formas o fines en que estamos de acuerdo, y eso es parte de la discusión democrática y que se hace en el trabajo prelegislativo y luego durante el proceso de discusión legislativa. Para que las cosas funcionen, tiene que haber disciplina interna.
Lo que yo quiero decir es que el apoyo al programa de gobierno, el apoyo de los DC que están en el gobierno ha sido absoluto. Han sido apoyadores, leales, trabajadores, creen en lo que están haciendo y eso me habla a mí de que hay mucha gente que se siente parte de este proyecto. Ahora, la DC tomará su decisión, ojalá tome la mejor decisión para que estos cambios puedan proyectarse más adelante.
Quisiera que, ojalá, todos los proyectos puedan ser apoyados por toda la Nueva Mayoría, y eso nos obliga a hacer un trabajo prelegislativo mucho mayor, más definido; sin embargo, el PC, desde un comienzo, planteó la disconformidad que tenía. Así lo dijo el ministro Fernández.
Quiero decir con claridad que el Gobierno no tiene un candidato presidencial. Obviamente queremos que se proyecten las transformaciones que hemos puesto en marcha. El Gobierno va a ser prescindente del proceso de definición de los candidatos. (...) Lo hemos discutido en el comité político. Tenemos que tener gran prudencia, así que Alejandro Guillier puede estar tranquilo de que el Gobierno no va a tratar de incidir en ninguna otra dirección
Lo que puedo decir respecto del tema del manejo del juicio en La Haya es que todo eso se trabajó con equipos tanto nacionales como internacionales, por lo tanto, no hay elementos que a mí me permitan decir que no se hayan defendido los intereses del país en ese tema. Yo creo que efectivamente las platas invertidas en el extranjero debieran estar en el fideicomiso ciego. Porque mire, mientras más libre esté uno para tomar decisiones de cualquier tipo, es mejor para el Presidente y para ustedes.
Siempre es positivo para un país que haya una oposición que pueda entregar propuestas concretas, que se puedan, naturalmente, conversar con ellos los proyectos de ley y que se puedan aprobar aquellos donde se coincida. Es importante tener una oposición propositiva, constructiva, porque de lo contrario puede generar problemas de gobernabilidad, entendiendo que el escenario es complejo porque hay elecciones parlamentarias y presidenciales.
Me hubiera gustado es que se publicara la carta completa; no solo las partes críticas, sino también donde reconocen los avances como Gobierno. De hecho, el día después de que apareció la publicación fuimos con el presidente de la Corte Suprema y dos ministros más, y lo acompañé a la inauguración del tribunal de Puerto Williams, y la relación con la Corte Suprema es buena. Ellos manifestaban su preocupación de que pudiéramos acelerar algunos proyectos de ley y preocupación de algunos congelamientos de los salarios.