¿Cómo evalúa la reacción de la Presidenta en el Tedeum evangélico, salió fortalecida? |
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Lo de ayer puso en evidencia un sector religioso muy cargado políticamente, intransigente y poco respetuoso de las distintas ideas y creencias. Es evidente que allí, además, hay varios pastores involucrados a la derecha e inclusive a la ex CNI. Tal vez ello contribuyó a que fuera más fácil montar o manipular una especie de protesta, pues tampoco da la impresión de que sea algo demasiado espontáneo. Ernesto Águila, cientista político y académico de la Universidad de Chile.Correspondía que (Bachelet) estuviese hasta el final (del acto), porque el cargo tiene cierta dignidad y por respeto al pueblo evangélico. Ella actuó con mucha dignidad y, a la larga, perderá más este Tedeum. Quizás lo que ocurrió lo mató, digamos. La Presidenta no creo que se haya debilitado por esto. Por el contrario, lo que ha aumentado son las expresiones de solidaridad de un espectro político amplio. Lo que se debilita es la existencia de no solo un Tedeum, sino de dos (...) en un Estado laico. |
Yo creo que se desvirtuó el sentido que tienen estas instancias, donde se busca que las iglesias hagan un llamado a la unidad, en el contexto de la celebración de las Fiestas Patrias. Me pareció más una actividad de campaña por las características que tuvo, que un acto propiamente religioso. Eso da cuenta también de que hay un intento por manipular de alguna manera a ciertos electorados, en este caso de la Iglesia evangélica. Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central.Yo creo que (Bachelet) tuvo una actitud estoica, porque lo que quizás correspondía era que se retirara de la actividad, porque no sólo estaban insultando a la Presidenta como persona, sino a la institucionalidad del Estado, del Gobierno. Recordemos que la Iglesia y el Estado están separados (…) Yo creo que por lo menos la deja como una persona resiliente, que resiste las críticas y contiene reacciones que podrían agravar a veces la situación, porque si se retira ella se lo hace todo el gabinete, todos los ministros, las autoridades. La verdad es que también fue expuesta a una situación bien compleja, no se había visto esto de la manera que lo observamos ahora con insultos de grueso calibre. |
Un principio fundamental de la democracia es la libertad de expresión y nadie dudaría en derecho de obispos evangélicos de expresarse. No obstante, este tipo de eventos es un encuentro de la iglesia con poderes del Estado y donde, además, la Presidenta queda en una posición donde no puede replicar, pues es la invitada. Claudio Fuentes, profesor de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Diego Portales.Creo que, efectivamente, se transformó en un abuso y politización de un acto formal. Hay contextos para señalar críticas y ese no debió serlo. Considero que la reacción de la Presidenta fue lo esperable de una dignataria. Sabe que está en un rol de jefa de Estado por lo que no creo que hubiese actuado de otro modo. Ciertamente la ciudadanía valorará este tipo de actitudes. Lo de los obispos pareció pequeño y revanchista. |