SANTIAGO.- En 1969, Luisa Riveros llegó a un terreno tomado por pobladores y ahí levantó su casa. Las condiciones eran precarias, la pobreza persistente y la represión por parte de la dictadura, constante. En ese mismo lugar, la población La Bandera, Riveros estuvo frente a frente con el Papa Juan Pablo II en su visita en 1987 y reunió el coraje para contar su historia y la de tantos otros como ella.
Riveros fue una de las protagonistas de esa histórica visita de Karol Wojtyla, la única que ha hecho un Pontífice al país. Eso, hasta este enero, cuando se espera la llegada del Papa Francisco a Santiago, Temuco e Iquique.
Más de 30 años después, la voz de Luis Riveros vuelve a surgir gracias a un spot del Arzobispado en el que se recoge su testimonio. En EmolTV, la mujer profundiza en cómo vivió ese importante episodio, en el que denunció frente al máximo representante de la Iglesia católica el dolor y la represión de la dictadura mientras Augusto Pinochet seguía al mando del país.
"El Papa que venga ojalá arregle las cosas, de verdad (...) Porque el Papa que vino, no lo escucharon (...) Es un Chile que no ha superado lo que el Papa Juan Pablo quería, un Chile humilde, un Chile justo, un Chile de verdad", comentó.
Revisa la entrevista completa en el siguiente reportaje de EmolTV (arriba).