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Papa Francisco en Chile: Las luces y sombras de una visita apostólica planeada por siete meses

Desde críticas al alto costo de la organización hasta un boom de la demanda turística y hotelera de Santiago, Temuco e Iquique, las consecuencias de la llegada del Pontífice al país se han dejado sentir desde el anuncio de su gira papal a mediados de junio.

15 de Enero de 2018 | 14:18 | Por Francisca Domínguez, Emol
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EFE
SANTIAGO.- Siete meses han pasado desde que el Vaticano anunció que el máximo representante del catolicismo llegaría a suelo chileno. Desde entonces, antiguas polémicas en torno a la Iglesia han reflotado y otras nuevas se han generado.

Pero no todo ha sido malo. La expectación de miles de fieles y la exitosa campaña de preparación que han llevado a cabo los organizadores han hecho resurgir la voz de quienes profesan la fe católica.

Revisamos los hitos de lo que ha sido este proceso de preparación de la visita del Papa Francisco y sus consecuencias, buenas y malas, en el país y en la sociedad chilena.

Las polémicas de la visita


Probablemente la polémica más grande que envolvió el anuncio de la llegada del Papa Francisco al país fue el alto costo de la organización de la visita. Fue a principios de octubre cuando la Comisión Nacional a cargo del viaje apostólico estimó que el monto que deberían juntar para poder financiar todos los aspectos religiosos de la gira ascendía a $4 mil millones.

La alta cifra generó de inmediato la molestia de muchos ciudadanos que criticaron que se usara plata del Estado para pagar por la visita del líder de una religión que, si bien es mayoritaria en el país, no representa al total de los chilenos.

Ahí es cuando los organizadores entraron a explicar que el monto anunciado se refería exclusivamente a las actividades de Jorge Bergoglio como jefe de la Iglesia, es decir, todos los aspectos apostólicos como misas, encuentros y otros, y que éste sería recolectado por la Iglesia católica a través de las donaciones de sus fieles chilenos. De hecho, dado al alto gasto que requerían las tres liturgias masivas, calificaron el monto como "austero".

Sin embargo, el tema no quedaría ahí. Casi tres semanas después, se dio a conocer que el Gobierno estimaba desembolsar para el evento otros $7 mil millones, los que sí serían financiados por fondos estatales. Según explicaron las autoridades, esta cifra iría destinada a financiar sólo las actividades de Francisco como jefe de Estado del Vaticano y el monto se correspondía con las utilizadas para otras visitas oficiales.

Otra controversia más reciente que generó la venida del Papa Francisco fue la declaración de feriados regionales en La Araucanía, Tarapacá y Metropolitana por el paso del Pontífice. Si bien la aprobación en el Congreso del festivo para Temuco e Iquique pasó sin mayor remezón, la aplicación de la medida para la capital fue otra historia.

Quienes se opusieron alegaron que Chile es un Estado laico, por lo que no tenía sentido declarar feriado por la visita del máximo representante de la Iglesia católica. Otros, sin embargo, justificaban que la medida beneficiaría a todos los habitantes de la región, ya que atenuaría el caos vial producto de la gran afluencia de gente en los eventos y el cierre de varias calles. El proyecto finalmente fue aprobado por el Congreso en enero de este año.

El contexto no ayuda


Lo anterior se suma a la revelación de varias denuncias por abuso sexual de parte de sacerdotes en los últimos años, y su encubrimiento por parte de altas autoridades eclesiásticas del país. Cristián Precht, Fernando Karadima, Francisco José Cox y José Andrés "Tato" Aguirre son sólo algunos de los casos que remecieron a Chile.

Sin embargo, un informe de la organización Bishop Accountability publicado la semana pasada identificó a 78 clérigos que fueron denunciados públicamente por abuso sexual de menores en Chile, la mayoría de ellos ocurridos a partir del año 2000.

Esto, entre otros factores, ha generado un desgaste del fervor que los chilenos solían tener en la fe católica y en la ciega confianza en la institución de la Iglesia. De hecho, en las últimas décadas la cantidad de chilenos que dicen ser católicos ha pasado de un 70% de la población en 1987 (año en que vino Juan Pablo II), a 66% en 2007 y a 59% el año pasado.

Gran interés


Pero con el evidente riesgo de que la visita del Papa Francisco pasara sin novedad y trascendiera como la de cualquier otro jefe de Estado, la gira papal sí ha generado un gran interés positivo en el país. No por nada los católicos siguen siendo más de la mitad de la población en Chile.

Para enfrentar lo que estiman será una alta afluencia de peregrinos, no sólo chilenos, sino que también provenientes de los países vecinos, la Comisión Nacional, a cargo de la organización de la visita, tiene bajo control cada aspecto de las actividades que Francisco tendrá en el territorio nacional.

De hecho, para ordenar a los 400 mil asistentes que se esperan para cada una de las misas masivas que el Papa realizará en Santiago, Temuco e Iquique, decidieron que el acceso a los recintos se hará sólo con entradas en mano, las cuales fueron repartidas gratuitamente en las semanas previas a la llegada del Pontífice.

Los fieles mostraron un gran interés por conseguir estos tickets de ingreso, sobre todo a la liturgia que Bergoglio hará en el Parque O'Higgins, no así para el encuentro con los jóvenes en el Templo Votivo de Maipú.

En tanto, la Comisión Nacional también estuvo a cargo de reunir los $4 mil millones que necesitaban para financiar el viaje de Francisco realizando colectas, campañas de donación y poniendo en movimiento a todas las parroquias del país. Los encargados, además, quisieron ponerle un sello sustentable e inclusivo a la visita, llevarán una auditoría de todos los gastos (que finalizada la gira papal reunirán en un informe) y donarán lo que restante a fundaciones u organizaciones.

Boom turístico


La llegada del Papa Francisco no sólo ha despertado el interés de los chilenos, sino que también de fieles de otros países de la región que desean la oportunidad de poder verlo. Así, las tres ciudades en las que estará el Pontífice -Santiago, Temuco e Iquique- han sufrido un importante alza en su demanda turística y hotelera.

Se espera que más de un millón de extranjeros lleguen a las regiones de Tarapacá y La Araucanía, principalmente argentinos. Esto, ha generado una ocupación total de la oferta hotelera de las capitales regionales en los días de la visita.

Las autoridades han estimado que la llegada de turistas y el masivo flujo de peregrinos que habrá dentro del país para acudir a los eventos del Papa generarán un alto movimiento económico. De hecho, en Colombia por cada dólar que se invirtió, el retorno fue de 10 dólares durante la visita papal.
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