Los vecinos de las zonas afectadas debieron abastecerse en estanques.
Agencia Uno
SANTIAGO.- La Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) descartó la presencia de coliformes fecales que puedan causar enfermedades en el episodio de agua con mal olor que denunciaron vecinos de Las Condes y la Reina, el lunes de la semana pasada.
Así lo informó el organismo que entregó los resultados de los análisis a los que se sometieron las pruebas tomadas la semana pasada.
De acuerdo a la SISS, las muestras bacteriológicas tomadas en la red púbica de agua potable y analizadas por el Dictuc, "permiten asegurar una buena calidad bacteriológica del agua suministrada por Aguas Andinas".
Con todo, el organismo aseguró que este resultado no detiene la investigación sumaria iniciada contra Aguas Andinas, que busca determinar su eventual responsabilidad en el hecho.
En este sentido, el superintendente Ronaldo Bruna afirmó que se requirió a la compañía contactarse con los vecinos de los sectores que vieron interrumpido el suministro, y que debieron abastecerse con estanques ubicados en sus barrios.
Asimismo, señaló que la investigación sumaria determinará si los antecedentes darán lugar a una formulación de cargos, pues "de acuerdo a lo que arroje la investigación, se establecerán los niveles máximos de multas que puede arriesgar Aguas Andinas".
El titular de la SISS además informó que requirió a la compañía estudios de vulnerabilidad de los sistemas de agua potable y alcantarillado, trabajo que debería determinar el grado de seguridad de la infraestructura.
El agua con mal olor fue reportado por los vecinos de algunos sectores de Las Condes y La Reina, lo que motivó que los alcaldes formularan un llamado a no consumir agua para evitar algún eventual riesgo a la salud.
Tras el hecho que incluso motivó la suspensión de clases en algunos colegios particulares y jardines infantiles de Integra, la empresa Aguas Andinas informó que hubo un "vertido ilegal" de en una de las cámaras de registro de un acueducto en La Reina.
Es por esto que denunciaron el hecho a la Policía de Investigaciones y a la fiscalía. En tanto que la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, apuntó sus dardos contra la empresa sanitaria.
